Primera sesión de control al Gobierno del año y primer rifirrafe entre Joan Tardá, de ERC, y Soraya Sáenz de Santamaría. El político independentista advirtió de que el referéndum ilegal se celebrará en Cataluña, aunque no puso fecha, e instó al Ejecutivo a que colabore en el proceso. "La respuesta será el respeto al mayor consenso en Cataluña y el resto de España que es la Constitución", replicó la vicepresidenta.
El momento más tenso llegó en la réplica. Tardá habló de "cerrazón" del Gobierno y vinculó la "democracia" con sus planes rupturistas. "Nosotros insistiremos en reclamarles negociación diálogo y acuerdo", dijo. "Les esperaremos hasta el último momento", añadió, aunque dejando claro que convocarán a los catalanes aunque "se empeñen en prohibir las urnas". Y, ya en los últimos instantes de su intervención, puso en la diana a Pablo Casado, el vicesecretario de comunicación del PP, que el pasado lunes elevó el tono contra la Generalidad, denunciando la "casi xenofobia" de la administración autonómica. "Desautorice al señor Casado. ¡Levántese y desautorícelo!", exclamó Tardá.
Santamaría recogió el guante nada más encender su micrófono. "Tiene usted más fina la piel que la boca", le espetó, y recordó las salidas de tono de Gabriel Rufián, también de ERC. A partir de ahí, reiteró que el Gobierno hará cumplir la ley -aunque sin especificar cómo- y sacó a colación las revelaciones del exsenador Santiago Vidal. "Se jactan de que los ciudadanos son vigilados y los jueces calificados (…) Eso no es democracia", denunció, e instó a la Generalidad a recuperar la "moderación" y no abrazar los postulados de las CUP.