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Rajoy: "¿Cuántos apoyos tenemos para los PGE? 175 y medio"

Últimos congresos del PP. En La Rioja, sorpresa por la derrota de la candidata de Génova. En CyL, Rajoy se despide de Herrera: "Aquí tienes un amigo".

La dirección nacional tuvo claro desde el principio que Cuca Gamarra debía ser la nueva líder del PP en La Rioja. Alcaldesa de Logroño, también tiene una importante proyección nacional gracias a su papel en la FEMP y su aparición en tertulias de radio y televisión. Además, contaba con el respaldo de Pedro Sanz, todavía con enorme predicamento en la región. Si bien, José Ignacio Ceniceros, el actual presidente autonómico toda vez Ciudadanos exigió la caída de Sanz a cambio de su respaldo, rechazó echarse a un lado y decidió dar la batalla. Y, al final, acabó protagonizando la única sorpresa de la batería de congresos regionales de la formación.

Así, Ceniceros se convierte en el único candidato no avalado por Génova que logra hacerse con las riendas del partido. La votación fue muy ajustada tras un periodo precongresual a cara de perro. En concreto, el ya líder del PP de La Rioja logró 1.172 votos, un 52,25% de los votos emitidos, frente a los 1.063 contabilizados por Gamarra, un 47,39%. La diferencia entre ambos fue de tan solo 109 votos. "Una leche a Sanz en el trasero de Gamarra", tradujeron fuentes de la cúpula nacional.

Antes del resultado de las urnas, los cargos próximos a Gamarra identificaban a Ceniceros con Alberto Garre, quien fue presidente de Murcia antes que Pedro Antonio Sánchez. "Él sabía que se le puso en la presidencia de La Rioja por un motivo de causa mayor, pero que no es el futuro. Nos ha salido un Garre", en palabras de un importante dirigente regional. Al cónclave se trasladó Fernando Martínez-Maillo, que ha participado en todos los congresos en los que ha habido incendios internos, como el de Baleares. "Unidad", trasladó, intentando de acercar a los dos candidatos.

"Abrimos una nueva etapa, un tiempo nuevo en el que, desde este mismo instante, me dispongo a sellar las heridas abiertas en este proceso, con la firme determinación de tender los puentes necesarios para afrontar un proceso de diálogo que exige la generosidad mutua en la búsqueda de la unidad", proclamó Ceniceros, ya con los datos oficiales encima de la mesa. Gamarra, en paralelo, prometió trabajar con él "codo con codo" toda vez los afiliados optaron por elegirle bajo la fórmula de "un militante, un voto".

Conocidos los datos de La Rioja, Mariano Rajoy llegaba a Valladolid para participar en la entronización de Alfonso Fernández Mañueco, elegido presidente del PP de Castilla y León por el 91% de los votos de los compromisarios. En esta comunidad las incógnitas se despejaron en las votaciones del 17 de marzo, en las que Antonio Silván fue derrotado con claridad. En el congreso, el presidente tuvo palabras de cariño para ambos y ensalzó la figura del saliente Juan Vicente Herrera, con el que ha tenido más de un encontronazo. "Aquí tienes un amigo como lo has tenido siempre", le dijo. "Vas a estar en otro sitio pero no pasa nada. El tema no es dónde estés, el tema es estar con tus amigos y aquí estamos todos juntos", zanjó.

Bromas sobre los Presupuestos

En clave nacional, el presidente vio cada vez más cerca la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso de los Diputados. De hecho, se permitió bromear sobre los apoyos que ya tiene atados. "¿Cuántos tenemos?", se preguntó, para a renglón seguido añadir que hay opiniones "para todos los gustos". "Si queréis, os doy la mía: 175 y medio", afirmó entre risas.

Si esto fuera así, Rajoy estaría contando con el respaldo del PNV y de Coalición Canaria además del de Ciudadanos, que ya conformó públicamente su voto afirmativo. Esto es, 175 escaños. El medio restante lo atribuye a la negociación pendiente con el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Dicho parlamentario ya ha adelantó que no apoyará las cuentas públicas en el debate de totalidad, pero se comprometió a negociar durante el debate de enmiendas parciales. "Las dudas se irán despejando en los próximos días", remató el presidente.

Dando por descontado que los PGE saldrán adelante, Rajoy se puso como reto mejorar las cifras económicas presentadas el viernes al término del Consejo de Ministros. En este sentido, recordó que la previsión de crecimiento es de un 2,5% para el año en curso y que espera que se creen 508.000 puestos de trabajos. "Vamos a trabajar para romper nuestros pronósticos", sentenció.

El jefe del Ejecutivo cierra este domingo en Valencia, donde será proclamada líder Isabel Bonig, el periodo de congresos autonómicos del PP.

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