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Aguirre resiste de momento y el PP teme que solo sea "la punta del iceberg"

Rajoy da por acabada su declaración cuando le preguntan por González. Aguirre, muy tocada, asegura en esRadio que "por supuesto" no dimitirá.

Rajoy da por acabada su declaración cuando le preguntan por González. Aguirre, muy tocada, asegura en esRadio que "por supuesto" no dimitirá.
Rajoy, este jueves, en su reaparición pública. | Moncloa.

De momento, pese a la enorme presión, Esperanza Aguirre resiste. Sus allegados reconocen que el momento está siendo muy duro, que ver a Ignacio González detenido ha sido un mazazo enorme y que es consciente de que el PP la ha dejado completamente sola. Sus lágrimas en la Audiencia Nacional, al término de su declaración por la primera época en el caso Gurtel, fueron respondidas con indiferencia en Génova. Fue escuchar el nombre de González y Mariano Rajoy dio por concluida su breve declaración ante los medios, en la que se declaró "encantado" de acudir como testigo al tribunal.

Rajoy rompió su silencio para tirar a la basura el duro comunicado del PP contra su citación en el juicio de la trama Gurtel, que le convierte en el primer presidente en activo de la democracia en tener que pasar por ese trance. "Es mi obligación" y "responderé y aclaré lo que quieran", destacó, tratando de transmitir tranquilidad. Llegó sonriente y utilizó por dos veces la palabra "normalidad" huyendo de las críticas vertidas por sus portavoces solo un día antes.

Fue una rectificación en toda regla para volver a la estrategia inicial marcada por la Moncloa. A saber, respetar las resoluciones judiciales, no comentarlas y colaborar con la Justicia. Si el PP puso por escrito que la decisión de la Audiencia era un "abuso de derecho" y Fernando Martínez-Maillo hizo ronda de medios de comunicación criticándola, Rajoy rechazó comentar "las resoluciones me parezcan razonables o no". Lo más que hizo fue recordar que esos mismos magistrados rechazaron en hasta tres ocasiones que fuera a declarar, por lo que la Moncloa está a la espera de comprobar cómo lo razonan. No aclaró si testificará por videoconferencia o presencialmente.

Sea como fuere, Rajoy recordó que la expuesta ha sido siempre su postura "como presidente" y paró las críticas. En el PP no quisieron ver una desautorización, toda vez argumentaron que "son compatibles ambos mensajes, uno desde el Gobierno y otro desde el partido". Si bien, ya el miércoles hubo quejas internas por hacer añicos la postura oficial con respecto a la Justicia y en Génova reconocieron cierta contradicción a la hora de valorar lo ocurrido al jefe del Ejecutivo y a González. Como ejemplo, Rafael Hernando,que dijo que "la Justicia funciona" en el caso del expresidente pero que, por lo contrario, lamentó la citación de Rajoy.

Silencio de Rajoy sobre González

El presidente no estuvo ni dos minutos respondiendo a las preguntas de los informadores. Cuando le interrogaron por González dio por concluido el canutazo, se alejó de la nube de periodistas y se fue a protagonizar un optimista discurso económico ante empresarios que apenas tuvo eco en los medios a pesar de que anunció que subirá la previsión de crecimiento del PIB hasta el 2,7%. "Ese tema no es cosa nuestra", zanjaron fuentes de la cúpula sobre el presunto escándalo del Canal de Isabel II. Y, por segundo día consecutivo, señalaron oficiosamente a Aguirre además de a su sucesor al frente del Gobierno regional.

Tal y como avanzó este diario, Génova le ha dejado claro que no cuenta con su respaldo. Ella dimitió al frente del PP de Madrid pero sigue al frente de los populares en el consistorio. Y en la cúpula nacional se ha instalado la percepción de que debería hacerse a un lado de manera definitiva, más allá de que se dé por descontado que no repetirá en las listas electorales. Tampoco Cristina Cifuentes la quiere más tiempo en la política activa, aunque se cuide de decirlo públicamente. Los puentes entre ambas llevan tiempo completamente destruidos.

Sin respaldo interno, en pleno ojo del huracán, Aguirre no logró contener la emoción ante los medios. "Si González es culpable, para mí, que he puesto mi confianza en él durante tantísimos años, es un varapalo verdaderamente muy relevante. Si no, también estoy conmocionada por el calvario que está pasando y el que le queda por pasar", afirmó en la Audiencia. Después, en una entrevista En Casa de Herrero de esRadio, dijo tajantemente que no dimitirá.

El temor de Génova es que el escándalo del Canal de Isabel II vaya a más. "Podría ser el pico del iceberg", según un integrante de la dirección nacional. "Por lo que me cuentan podríamos estar ante algo muy feo", corroboró otro alto cargo. De hecho, son varias las fuentes consultadas que apuntan ahora a que desde hacía tiempo intuían que no se hacían allí las cosas bien. "Tal vez por eso, además de por el ático, González no fue candidato", llegaron a sacar pecho en Génova.

Para intentar despertar de la "pesadilla", en Génova volvieron a poner en valor el papel de Cifuentes, que impulsó con una denuncia la investigación sobre el Canal. "El PP está comprometido de manera radical y absoluta en la lucha contra la corrupción", aseguró Maillo. Si bien, el desasosiego reinó un día más en la formación con la previsión de que el congreso de Nuevas Generaciones, que se celebra a partir del viernes en Sevilla y al que asiste Rajoy, se convierta en una "ratonera".

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