Cristina Cifuentes cree que todo quedará en nada pero acusó el golpe de ver su nombre vinculado a la corrupción y comprobó cómo se las gasta en ocasiones la dirección nacional de su partido. "Si finalmente es imputada, se irá", aseguró su entorno, tal y como avanzó este diario. Si bien en la Puerta del Sol se avituallaron de explicaciones técnicas, ayudados por los servicios jurídicos, para zanjar que las sospechas de la Guardia Civil son infundadas y, una vez el propio juez se pronunció, respiraron más tranquilos. Solo horas antes, Miguel Ángel Ruiz, viceconsejero de su Gobierno, tuvo que dimitir por su imputación por el caso Púnica, asumiendo el código ético de la líder regional.
Fue un día duro para Cifuentes, aunque quiso transmitir tranquilidad y dar la cara ante los medios después de que el magistrado confirmara que no tiene intención de proceder contra ella. "Ha hecho mucho contra la corrupción y la noticia es terrible", reconoció su entorno. En efecto, en cuanto fue designada candidata a la Comunidad, enarboló la bandera de la pulcritud política y fue mucho más exigente que Génova y otros barones territoriales para tratar de desvincularse del oscuro pasado de la estructura madrileña. Tras la dimisión de Esperanza Aguirre, prometió "un PP en Madrid nuevo y distinto" y proclamó que "en este PP no tienen cabida los corruptos".
Mientras, en Génova hicieron como si nada fuera con ellos, como ya ocurriera en su día con Aguirre. No hubo un respaldo inmediato y cerrado por parte de la dirección nacional, aunque tras el movimiento del juez filtraron que confían en ella. "Estoy seguro de que la presidenta de Madrid no ha tenido nada que ver con todo esto", fue lo más que dijo públicamente Rafael Hernando, a propósito del informe de la UCO. "En el fondo, salvo sorpresas, esto quedará en nada", aseguraron desde la dirección nacional.
Si bien, en la práctica, cargos próximos a Mariano Rajoy deslizaron que Cifuentes "ha bebido de su propia medicina". "El listón se lo puso ella", en palabras de un miembro de la cúpula. "Es ella con su propia exigencia. Nosotros no tenemos nada que ver", añadió. Cabe recordar que en Génova y en Moncloa molestó que fuera un paso más allá que Rajoy, dejándole en evidencia, en la lucha contra la corrupción o en temas como la democracia interna.
Un ala del PP de Madrid también aprovechó para ajustar cuentas. "No ha dudado en culpar a Aguirre de todo, pero ella siempre estuvo allí", soltó un cargo municipal. En el partido, a nivel nacional y regional, no se habló de otra cosa. "Es tremendo como un día eres la teórica sucesora de Rajoy y al siguiente todos los periódicos te vinculan con la corrupción", comentó un miembro de la dirección del Grupo Popular, en charla con los periodistas en el patio del Congreso. De nuevo, hubo rumores de fuego amigo.
En todo caso, a pesar del toque de atención, Cifuentes continúa manteniendo el respaldo de Rajoy y María Dolores de Cospedal, según las fuentes consultadas. "Soy una persona honrada, que nadie se deje intoxicar", proclamó a última hora de la tarde en la sede de la comunidad. Avalada por su resultado electoral, Cifuentes es actualmente uno de los cargos más relevantes del PP y, desde hace meses, ocupa los primeros puestos en las quinielas internas para hacerse con las riendas de la formación a nivel nacional junto con Soraya Sáenz de Santamaría o Alberto Núñez Feijóo.