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Las claves de la estrategia de Rajoy ante un "día difícil"

El PP espera que Rajoy no pierda los nervios y siga el guión establecido. Lo peor, según Génova, será “el juicio mediático”. 

El PP espera que Rajoy no pierda los nervios y siga el guión establecido. Lo peor, según Génova, será “el juicio mediático”. 
Rajoy, entrando al Congreso de los Diputados, hace unos días. | Moncloa.

El trance será amargo. Mariano Rajoy tratará de trasladar una imagen absoluta tranquilidad, pero verse en la Audiencia Nacional dando explicaciones sobre el caso Gürtel, aunque sea en calidad de testigo, será muy duro para quien todavía tuerce el gesto cuando le preguntan por la presunta corrupción de su partido durante una rueda de prensa. Más allá de las posibles consecuencias judiciales, a sus asesores más próximos les preocupa "el juicio mediático", con más de 300 periodistas acreditados de más de 80 medios de comunicación, 21 de ellos extranjeros. "Será un día difícil", reconocen. Es la primera vez que un presidente español en activo presta declaración en una vista oral.

Caso tras caso de corrupción, polémica tras polémica, el PP ha intentado proteger a su líder para que sufriera el menor desgaste posible. Pero, este miércoles, Rajoy no tendrá escapatoria y tendrá que enfrentarse a ese pasado que siempre ha intentado esquivar. "Es mi obligación e iré encantado a aclarar lo que quieran aclarar", afirmó en su día, a pesar de la indignación, todavía latente, de los suyos por el hecho de que tenga que poner un pie en la Audiencia. "Los hechos que se están juzgando se limitan al periodo 1999-2005", recuerdan en un argumentario interno distribuido a sus cargos, según el cual Rajoy "no tiene información alguna porque -lo que se juzga- no era competencia suya".

"La única participación de Rajoy en los hechos que se investigan, reconocida incluso por los acusados, es que las empresas de Correa dejaron de trabajar para el PP cuando Rajoy se hace cargo del partido en 2004", sostienen los portavoces del PP. La mayor parte del documento interno al que ha tenido acceso este diario se centra en vincular a ADADE, que ejerce la acusación popular en esta causa, con el Partido Socialista. "La citación del presidente como testigo se produce a pesar de la oposición del ministerio fiscal, del abogado del estado, de varias acusaciones y del propio presidente del tribunal que emitió un voto particular contra dicha comparecencia", se expone, y así harán hincapié desde el PP este miércoles, en paralelo a la declaración del jefe del Ejecutivo.

Previsiblemente, Rajoy llegará a la Audiencia sin séquito. Moncloa evitó aclarar si entrará andando a las instalaciones de la Audiencia, aunque preocupan las protestas y que el sonido sea de abucheos e insultos. "Finalmente, podría utiliza el garaje", se sugirió por parte de algunas fuentes populares. Dentro de la sala, el plan es que se muestre colaborador, pero siempre apoyándose en los estatutos del partido y en las responsabilidades que, según estos, le correspondían. Básicamente, dirá que él se encargaba de la acción política y que eran los tesoreros y los gerentes los responsables de la contabilidad, en línea con lo expresado por otros secretarios generales de la formación. "No puede informar de lo que desconoce", según su equipo, aunque intentará no abusar del "no me consta" o "no lo recuerdo". Un extremo, admiten, bastante difícil.

En el PP dan por descontado que le apretarán haciéndole preguntas duras. Que ADADE intentará "mezclarlo" para sacar de las casillas a Rajoy. Pero él, según sus asesores, tiene muy claro que no ha de perder la calma, y recuerdan que en eso es un experto y que ya lo ha demostrado en otras ocasiones. Su famosa piel de rinoceronte, aunque en ocasiones no logre controlar algunos gestos faciales de desaprobación o un movimiento en la pierna que pone en evidencia su nerviosismo.

"El objetivo es no cometer errores o cometer los menos posibles y que esto termine cuanto antes", según el resumen que se hace en Génova. La tensión, aunque se quiso vender sosiego al tiempo que se subrayaba que otros mandatarios internacionales han pasado por lo mismo, sí era palpable entre algunos cargos de la dirección. "La fotografía será difícil pero esperemos que tras el verano pocos se acuerden", en palabras de un ministro, que se declaró a la expectativa. "Llevar al presidente allí como testigo no sé si tiene mucho sentido, pero él va a hacer todo lo que esté en su mano por esclarecer" lo ocurrido, resumió Javier Maroto, en una rueda de prensa en la sede nacional. El PP tiene preparado todo un dispositivo para arropar a su líder pase lo que pase.

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