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Rajoy, a los catalanes: "Si alguien le cita a una mesa electoral, no vaya"

"El inmovilismo es muy relativo. Si no sabes a dónde vas, quédate donde estás", contesta sobre la reforma de la Constitución, aunque promete diálogo.

"El inmovilismo es muy relativo. Si no sabes a dónde vas, quédate donde estás", contesta sobre la reforma de la Constitución, aunque promete diálogo.
Mariano Rajoy, llegando a su escaño en el Congreso. | EFE

Mariano Rajoy abrió la puerta a modificar la Carta Magna, pero mostró una vez más sus reservas ante una cuestión que le despierta muchas dudas. "La prioridad no es la reforma de la Constitución sino defenderla", afirmó, en relación al golpe separatista en Cataluña. Albert Rivera coincidió, pero le emplazó a abandonar "el inmovilismo" a partir del 1 de octubre. "El inmovilismo es muy relativo. Si no sabes a dónde vas, quédate donde estás", replicó el jefe del Ejecutivo, aunque aceptó el envite. "¿Alguien sabe qué propone el PSOE o Ciudadanos? ¿Alguien cree que conseguiremos el mismo consenso que en el 78?", se preguntaron en el Gobierno.

El presidente salió de la Cámara Baja, tras la primera sesión de control tras las vacaciones de verano, con la confirmación de que cuenta con el respaldo del PSOE y Ciudadanos para impedir el referéndum ilegal. Tanto Margarita Robles como Rivera lo explicitaron en sus intervenciones, y él agradeció una vez más ese apoyo. Si bien, el líder de Ciudadanos le recordó su compromiso de "actualizar" el texto de 1978, como así queda recogido en el acuerdo de investidura. Fueron "lentejas", como admitió gráficamente Fernando Martínez-Maillo, uno de los negociadores del presidente.

Rivera prometió evitar "las ocurrencias y los disparates", pero pidió designar un grupo de juristas que lleven al Congreso una propuesta de reforma de la Constitución. Rajoy, una vez más, no se cerró en banda, pero se mostró reticente. "Ha dado usted con la clave de lo que es urgente", destacó el jefe del Ejecutivo. "En España hay quien está intentando acabar con la soberanía nacional e inventándose una legalidad paralela", apostilló, para reclamar una defensa conjunta de la Constitución.

"Hay que evitar ese disparate, esa es la prioridad, y a partir de ahí no tengo inconveniente en hablar", afirmó el presidente. Cabe recordar que Rajoy también se comprometió ante Pedro Sánchez a crear una subcomisión para la mejora y el perfeccionamiento del estado autonómico. Lo que propone el PSOE, sin concreciones a día de hoy, es una reforma Constitucional de corte federal al tiempo que internamente también se difiere sobre el concepto de la "plurinacionalidad" del Estado.

Rivera puso como ejemplo a Alemania o Estados Unidos, que han modificado sus constituciones, e insistió en que tras el 1 de octubre habrá que abandonar el "inmovilismo". "Es evidente que la Constitución no es un texto inmutable", contestó otra vez Rajoy, y defendió que, en caso de no tenerlo claro, lo mejor es quedarse quieto. "A veces hay gente que se mueve en dirección contraria a la razón", expuso, y en ese caso lo mejor es quedarse "donde se está". "Quédate donde estás que acabas no teniendo ningún problema", se reafirmó.

"No acudir a una mesa electoral"

Después, en los pasillos del Congreso, Rajoy respondió a un par de preguntas de los periodistas sobre Cataluña. "La ley se cumple", advirtió, ante la amenaza de desacato por parte de la Generalidad. "La fiscalía actuará siempre en defensa de la legalidad, como también los jueces y el Gobierno, no hay alternativa a eso", enfatizó. Y mandó un mensaje directo a los catalanes: "Estén tranquilos, si a alguien se le cita para acudir a una mesa electoral, que no vaya, porque no puede haber referéndum y sería un acto absolutamente ilegal".

Por último, el presidente rechazó, en línea con Soraya Sáenz de Santamaría, los teóricos emplazamientos al diálogo de Carles Puigdemont. A ojos del Gobierno, son una trampa ya que únicamente pretende negociar sobre la celebración de una consulta que es ilegal. "No habrá referéndum", repitió Rajoy.

Rivera: primero hay que impedir el 1-O

También en los pasillos, Albert Rivera sintetizaba su respaldo al Gobierno: "El objetivo es que el 1 de octubre no haya un golpe a la democracia, que el 3 de octubre nadie se suba a un balcón y declare la independencia, como quiere el señor Puigdemont, y a partir de ahí, como le decía al señor Rajoy, los que sí queremos mejorar nuestra Constitución, los que sí queremos seguir viviendo juntos en España, también tenemos que plantearnos reformas de futuro, que son buenas para nuestro país".

El líder naranja concluyó asegurando que "no hay que tenerle miedo a reformar y a mejorar nuestra Constitución, pero tampoco lo vamos a hacer al ritmo de los delirios de Puigdemont".

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