"Un requerimiento, dos peticiones, dos plazos". Así resume el Ejecutivo su maniobra política ante el golpe separatista. En la primera petición, Mariano Rajoy da cinco días al presidente catalán –hasta el lunes a las 10:00h– para que "confirme" si ha declarado la independencia en Cataluña. Según fuentes gubernamentales, no habrá cabida para las ambigüedades. "Cualquier contestación distinta a una simple respuesta afirmativa o negativa se considerará confirmación", se puede leer en el texto.
En caso de que admita la independencia, no sea claro en su respuesta o simplemente no responda, el Ejecutivo llevará a cabo una segunda petición en la que exigirá a Carles Puigdemont que revoque la declaración de independencia y vuelva a la legalidad. El líder catalán tendrá hasta el jueves 19 a las 10:00h para contestar. Si hace caso omiso, Rajoy podría aplicar el artículo 155 de la Constitución.
"Es deber del Gobierno de la Nación proceder a activar la aplicación del procedimiento para la aplicación del artículo 155 de la Constitución en el caso de que no se atienda este último requerimiento planteado por el presente acuerdo", según recoge el requerimiento, que ya ha sido entregado al presidente de la Generalidad. En el texto, el Gobierno se expresa en términos muy duros y avisa de que, en caso de que Puigdemont no retire la declaración de independencia, se activará "de forma inmediata en el Senado" el artículo 155. Antes tendría que celebrarse un Consejo de Ministros.
"Hemos perdido el vértigo pero hay que hacer las cosas bien. Los mayores expertos en el 155 los tenemos nosotros", trasladaron fuentes del Ejecutivo.