Mariano Rajoy pisó por primera vez la calle en Cataluña desde la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Fue un paseo sorpresa, sin convocatoria a los medios de comunicación. "Improvisado" después de que el presidente bajara del avión, según vendió el PP. Había mucho temor ante la posibilidad de altercados, pero tras más de media hora recorriendo la calle principal de Castelldefels, entrando en tiendas y saludando a viandantes, el equipo de Rajoy respiró aliviado.
El PP distribuyó las imágenes del paseo e informó de los detalles del mismo. Los periodistas fueron informados cuando Rajoy ya estaba dándose el paseo, estrechando manos y haciéndose fotos. "Aquí somos mucho de viva España", le soltó una señora. "Mariano, cuánta gente te quiere aquí", le dijo otra. No hubo abucheos en ningún momento, según la versión de quienes componían el séquito presidencial.
Rajoy entró en una frutería, en una tienda deportiva y en una peluquería. "Te tienes que cortar el pelo", le dijeron entre risas. También aprovechó para desayunar. Entró en el bar "Paca" y comió varios pasteles. Antes, ya había probado queso de cabra y jamón de Extremadura. En un momento dado, un niño se le acercó con un dibujo en el que se podía leer "viva España". Y siguió haciéndose fotos.
Según Génova, todo fue improvisado. El representante del PP en Castelldefels, Manuel Reyes, le pidió que se acercara a su localidad antes de trasladarse a Mataró, para protagonizar el mitin programado, y no lo dudó. Si bien, en un encuentro con periodistas, Xavier García Albiol ya avisó de que los paseos electorales de Rajoy no serían comunicados a los medios.
El jefe del Ejecutivo comentó brevemente el paseo con los periodistas ya en Mataró. Según explicó, los vecinos le pidieron "que todas estas cosas -en relación al desafío separatista- que han pasado no le fastidien el futuro". "Me han pedido que vuelva pronto la normalidad, la estabilidad y que aprovechemos la recuperación", añadió. "Me han tratado muy bien", remató. Para Génova, la experiencia fue un éxito.