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Guía de entidades catalanas para no dejarse avasallar por el separatismo

El 21-D no ha desalentado a las cada vez más numerosas organizaciones contra el independentismo, como Tabarnia o Barcelona Via Fora. 

El 21-D no ha desalentado a las cada vez más numerosas organizaciones contra el independentismo, como Tabarnia o Barcelona Via Fora. 
Una imagen de la manifestación del ocho de octubre | O. Moya

Los partidos separatistas han perdido dos escaños, pero mantienen una mayoría absoluta de setenta diputados en el Parlament. Comienzan los preparativos para formar gobierno, dado que Ciudadanos, la candidatura más votada con 36 escaños, no suma junto al PSC (17) y el casi irrelevante PP catalán (4).

Sin embargo, los resultados del 21-D no merman la creciente capacidad organizativa de la disidencia en Cataluña. Tabarnia, de Tarragona y Barcelona, y Barcelona Via Fora son las dos iniciativas antiseparatistas que se han dado a conocer en los últimos días. La primera, también llamada Barcelona is not Catalonia, pretende establecer una comunidad autónoma formada por las provincias de Barcelona y Tarragona e "independizarse de los independentistas". Una petición iniciada en Change.org ya ha recabado casi 25.000 firmas. La segunda, Barcelona Via Fora, persigue los mismos objetivos, aunque se ciñe a la provincia de Barcelona en su petición de autonomía.

Ambas entidades expresan una cierta e inédita efervescencia asociativa en los sectores sociales no nacionalistas, así como una reacción a los excesos separatistas y el golpe contra la democracia. Los resultados del 21-D, lejos de desanimar a los promotores de estos grupos les animan a perseverar en sus tareas reivindicativas.

Casi al mismo tiempo que ellos surgieron Españoles de a Pie, que se distinguen por adornar las calles catalanas con banderas españolas y colocar carteles en contra del proceso; Aixecat/Levántate, una suerte de "brigada de la limpieza" contra la batasunización del espacio público que retira banderas y pancartas separatistas; y Los de Artós, un numeroso grupo de jóvenes que comenzaron a manifestarse con banderas españolas en esa plaza de la zona alta de la capital catalana tras el referéndum ilegal del 1-O. Al poco, sus manifestaciones llegaron al barrio de Gracia y al centro de Barcelona para discutir la toma de las calles por parte de los partidos y organizaciones separatistas.

Más antiguas son las entidades Barcelona con la Selección, que ha logrado a pesar de Colau instalar pantallas gigantes para seguir los partidos del combinado nacional de fútbol en la capital de Cataluña con notable éxito de público. De corte más generalista es Espanya i Catalans, que está entre los convocantes habituales de los actos del 12 de Octubre y el Día de la Constitución junto a Somatemps y Concordia Cívica.

El origen: derechos lingüísticos

Antes del proceso, el asociacionismo no nacionalista estaba representado por Impulso Ciudadano, Asociación por la Tolerancia, Convivencia Cívica Catalana, Asamblea por una Escuela Bilingüe y Profesores por el Bilingüismo, todas ellas dedicadas a los derechos de los hispanohablantes y agrupadas en la iniciativa legislativa popular de Hablemos Español para revertir la erradicación del castellano en la escuela y en las administraciones de las comunidades con dos lenguas oficiales.

También hay nuevas entidades no separatistas en las áreas de la economía, la cultura y el periodismo. Empresaris de Catalunya, el Centro Libre de Arte y Cultura y el Grup de Periodistes Pi i Margall, lideran la contestación al nacionalismo en esos ámbitos.

Por encima de ellas destaca Sociedad Civil Catalana, (SCC) la entidad en la que concurren muchos representantes de todas las anteriormente citadas y la convocante principal de la manifestación del 8 de octubre en Barcelona que marcó un antes y un después en la percepción de la sociedad catalana.

Aquel día, cientos de miles de personas se manifestaron en Barcelona a favor de la unidad de España. Semanas después, el 29 de octubre, SCC volvió a congregar a un millón de personas en la capital catalana. La denominada "mayoría silenciosa" dejó de existir y ahora protagoniza una eclosión de grupos que no están dispuestos a dejarse avasallar por el rodillo separatista ni por los cálculos de los partidos del llamado "bloque constitucionalista".

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