Con Carles Puigdemont en Dinamarca y Roger Torrent abocando al Parlamento catalán a otro callejón sin salida, Mariano Rajoy omitió este lunes cualquier referencia directa al pulso separatista. En Castellón, tras realizar el trayecto inaugural que enlaza la ciudad valenciana con la capital, el presidente solo dejó de hablar de infraestructuras para recoger el guante de Ximo Puig en materia de financiación autonómica, y asegurar que hará todo lo posible para lograr un pacto con el PSOE. "A los españoles nos va bien cuando viajamos juntos en el mismo tren", fue la única referencia velada sobre Cataluña.
Dicho esto, en Moncloa sí quisieron dejar claro que Rajoy no tiene nada que tratar sobre los diputados presos o fugados con el responsable de la Cámara autonómica, que le emplazó por escrito a una reunión para abordar la posible investidura de Puigdemont. "Las cuestiones judiciales no son competencia del presidente del Gobierno", zanjó un portavoz autorizado, que precisó en todo caso que "se estudiará la carta" cuando llegue.
El PP, por su parte, ya no vio "conciliador" el tono de Torrent y Pablo Casado fue rotundo en rueda de prensa en Génova13: "El presidente no tiene que verse con él. Las explicaciones las tendrá que dar a los servicios jurídicos de la Cámara y a los grupos políticos". "Empieza mal" proponiendo de candidato "a un prófugo", resumió el portavoz popular, que vio "malversación" en su anunciado viaje a Bruselas.
Por lo demás, el Ejecutivo aseguró que ha puesto "a disposición de la Fiscalía toda la información" que tienen las fuerzas de seguridad sobre "la situación" de Puigdemont y que colaborará con la Justicia en todo aquello que le solicite. Dicho esto, "la decisión de solicitar o no la euroorden corresponde al juez", y nada se dijo oficialmente sobre el veredicto del magistrado Pablo Llarena.
Rajoy fue conocedor de lo que iba sucediendo en el AVE inaugural a Castellón, que sufrió un retraso de casi media hora "por razones técnicas". Su plan era hablar de infraestructuras en un intento de recuperar la iniciativa, y así lo hizo. "Apostar por el Mediterráneo es apostar por España, y conectar territorios contribuye a la vertebración de nuestro país", proclamó. Tampoco dijo nada sobre corrupción en su regreso a la Comunidad Valenciana, tras las últimas revelaciones en el marco del caso Gürtel.