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Cifuentes estalla ante las acusaciones de Cantó en el Congreso: "Fuera le pondría una querella"

"No entiendo que se utilice el Congreso para tratar de dar altavoz a las palabras de Granados, que es un presunto delincuente", lamenta Cifuentes.

Cristina Cifuentes aseguró que, antes de ser presidenta del PP de Madrid, nunca tuvo nada que ver con la financiación del partido y que su única responsabilidad durante las campañas electorales en las que participó fue movilizar a los afiliados. Así se pronunció en la comisión del Congreso de los Diputados sobre las supuestas irregularidades de los populares, en la que se vivieron momentos de gran tensión. Toni Cantó, de Ciudadanos, fue especialmente duro con la presidenta regional. "Dudo que haya tenido tolerancia cero con la corrupción", le espetó tras concatenar toda una batería de acusaciones.

"Jamás tuve nada que ver, excepto a partir del momento en que me nombraron presidenta del PP de Madrid hace un año, con la gestión ni con la administración del partido ni, por supuesto, con la financiación de las campañas electorales", enfatizó Cifuentes durante su paso por la Cámara Baja. Recordó que puso en marcha un estricto código ético por el que los cargos investigados formalmente tienen que dejar inmediatamente sus responsabilidades. Quiso dejar claro que ella misma se marcharía en caso de que sea imputada.

Los partidos sacaron a colación las acusaciones de Francisco Granados, por las que la presidenta regional le ha llevado a los tribunales. "No entiendo que se utilice el Congreso para tratar de dar altavoz a las palabras de un presunto delincuente, y que se utilice para intentar minar a los adversarios políticos en base a mentiras", dijo Cifuentes en el patio de la Cámara, antes de entrar a la comisión. "Es una venganza", se quejó ya dentro. Y repitió una y otra vez: "Jamás tuve responsabilidades que tuvieran que ver con la administración, con las finanzas, con la gestión o con las campañas" hasta 2015, cuando se hizo con el control del partido.

Sobre su participación en el patronato de Fundescam, fundación dedicada a organizar cursos y conferencias, su argumento fue que no intervino en ninguna decisión de carácter económico y que su participación se limitó a aceptar el cargo de patrona y acudir a una reunión de la junta en la que se modificaron los estatutos de la fundación.

Cifuentes aseguró, además, que correspondía al Comité de Derechos y Garantías del PP nacional, y no al regional, analizar las sospechas sobre Francisco Granados o Ignacio González, ya que eran senador y miembro del Comité Ejecutivo Nacional respectivamente cuando se conocieron sus presuntas irregularidades. En varias ocasiones, la oposición se refirió a Esperanza Aguirre, con quien su sucesora guardó todas las distancias.

Cara a cara con Cantó y Errejón

Los momentos de mayor tensión llegaron con la intervención de Toni Cantó, pese a que Ciudadanos permite a Cifuentes ser presidenta de la Comunidad. Se interrumpieron en varias ocasiones y el presidente de la Comisión, Pedro Quevedo, tuvo que llamar al orden. Los diputados del PP aplaudieron cuando la líder regional recordó que Ciudadanos mantiene a una parlamentaria imputada en Extremadura. "No me tire de la lengua", llegó a declarar.

El representante de Ciudadanos enumeró varios casos de corrupción del PP y puso en duda que Cifuentes no supiera nada. "Usted dice que ha tenido tolerancia cero con la corrupción. Déjeme decir que lo dudo. Desde luego lo que ha tenido es una ceguera absoluta para detectarla", aseveró Cantó. "Me queda claro que muchos responsables del PP que pasan por aquí no tienen ninguna responsabilidad: no se enteran absolutamente de nada y parece que sólo toman decisiones políticas", añadió. La pasada semana, era Francisco Camps el protagonista de la comisión.

Cifuentes estalló: "Usted me puede hacer todas las críticas políticas que quiera pero no puede poner en duda mi honestidad porque eso no se lo voy a permitir a nadie. Si lo hiciera fuera de esta sede parlamentaria, yo le presentaría una querella como he hecho con el señor Granados. La inmunidad parlamentaria no puede servir para hacer una serie de aseveraciones".

Esta comisión sirvió también de plataforma para el primer cara a cara de Cifuentes con el que será candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Iñigo Errejón. La líder regional utilizó el caso de Pablo Echenique y su asistente para poner en una situación muy incómoda a su interlocutor de la formación morada. "Yo me limitaba a trabajar en mis competencias. ¿O es que usted conocía, por ejemplo, que el responsable de Organización de su partido no pagaba la Seguridad Social de su empleada? ¿A que usted eso no lo conocía porque no estaba entre sus competencias?", le preguntó la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Esta misma línea de defensa utilizó Cifuentes con el PSOE. Cuando el portavoz socialista Artemi Rallo le preguntó por el caso Gürtel, ella le cuestionó por si ellos sabían lo que estaba sucediendo en Andalucía con los ERE.

Para el PP, las casi dos horas de comisión fueron "un circo". Su portavoz, Rafael Hernando, consideró "deplorable" que la oposición intentara "linchar" a Cifuentes dando crédito a las declaraciones de Francisco Granados. "Ya ha dado todas las explicaciones en la Asamblea de Madrid. Esto es bochornoso", lamentaron Génova, no sin enfatizar que "sí o sí" repetirá como candidata. Cifuentes fuer arropada por Fernando Martínez-Maillo y una veintena de cargos del partido.

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