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CCOO y UGT en Cataluña convierten el 1 de mayo en otra marcha independentista

Los sindicatos en Barcelona amenazan con una huelga general mientras reclaman la libertad de los presos.

Como ya hicieran el pasado 15 de abril en la manifestación convocada por los pensionistas en Barcelona, los representantes de los dos principales sindicatos en Cataluña, CCOO y UGT, han vuelto a colar las proclamas independentistas, en esta ocasión, aprovechando las reivindicaciones por este Primero de Mayo. "Nos quieren separar por la lengua que hablamos, por lo que votamos, por nuestro origen. Y esta división es la que crea la fractura que buscan algunos mientras ellos van aumentando los beneficios empresariales" ha dicho el secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros durante su discurso en la marcha central que ha recorrido Barcelona.

"Queremos más libertad y más autogobierno en Cataluña" pedía por su parte Javier Pacheco, líder de CCOO que exigía además al Gobierno central el fin de la aplicación del artículo 155 para "poder recuperar las instituciones catalanas"y ha insistido en la construcción de consensos y en la necesidad de tender puentes para poner fin al bloqueo político. "En esta sociedad que está sufriendo una involución democrática, que encarcela a cantantes, escritores, líderes sociales y políticos, tenemos que hacer más fuerte la respuesta de la ciudadanía", ha dicho también en su discurso final el líder de CCOO en Cataluña.

Ambos sindicatos han abroncado incluso a la ANC por haber convocado una manifestación al margen de los sindicatos para esta misma tarde a las 17:30h en Barcelona en defensa de una "República de los derechos sociales" y en la que pedirán nuevamente la libertad de los presos. Pacheco les ha dicho que la manifestación de hoy es una muestra de que los trabajadores "no están preocupados por una cosa, sino por un todo" y por eso ha lamentado que la entidad independentista haya decidido ir por libre esta tarde.

Divisiones entre los separatistas

La marcha por el Día del Trabajo ha servido también para poner de manifiesto la división y el malestar entre los propios independentistas. Aunque en la marcha ha participado una amplia representación de ERC y Junts per Catalunya han evitado mezclarse en ella. El enfado viene a raíz de la carta que ayer enviaba el líder de ERC preso en Estremera, Oriol Junqueras en la que daba a entender la existencia de una especie de frente común entre todos los presos de ambas formaciones a favor de exigir a Carles Puigdemont un gobierno efectivo cuanto antes.

La carta no ha sentado nada bien en Junts, de hecho, tres de los dirigentes del grupo de Puigdemont, Jordi Turull, Josep Rull y el exdiputado Joaquím Forn se apresuraron a puntualizar en las redes sociales que ellos siempre respetarán los ritmos del expresidente. En ERC han preferido optar por la prudencia para no avivar, un día como hoy, el conflicto. Sobre ello le han preguntado a uno de los hombres fuertes ahora en el partido, a Pere Aragonés que se ha limitado a decir que "será Puigdemont quien decida" y que ellos respetarán el nombre que ponga sobre la mesa.

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