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El Gobierno constata que Torra no quiere dialogar y le avisa: "Cualquier ilegalidad será reparada"

Rajoy se prepara para volver a activar el 155 en caso de ilegalidad. Las palabras de Torra son "una suerte de cesarismo impropio del siglo XXI".

Rajoy se prepara para volver a activar el 155 en caso de ilegalidad. Las palabras de Torra son "una suerte de cesarismo impropio del siglo XXI".

Contundente comunicado del Gobierno tras la intervención de Quim Torra en el Parlamento catalán. "El candidato ha ofrecido un discurso frentista, de pasado y alejado de lo que la mayoría de catalanes, moderados y constructivos, quieren para el momento presente y la Cataluña del futuro", aseguraron desde Moncloa. Y observaron muy pocas ganas de diálogo. "Cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondida", zanjaron desde el Ejecutivo.

Así, Mariano Rajoy se prepara para volver a activar el artículo 155 de la Carta Magna en caso de un nuevo golpe separatista, según las fuentes consultadas. El viernes, quiso ser cauto y mostró su deseo de no tener que aplicar "nunca" más esa herramienta constitucional. Este mismo sábado, en un acto en Jerez, reconoció que "no" le gustaba lo que había escuchado del candidato, pero apostó por esperar "a los hechos" e intentar abrir un periodo de negociación.

Si bien, tras escuchar a Torra en la Cámara regional, el Gobierno optó por endurecer el tono. El pesimismo se instaló en Moncloa. "Más de lo mismo", según las fuentes consultadas. "No se ha presentado como el presidente que merecen y que necesitan los catalanes. Ha renunciado a gobernar para todos ellos y a conectar con lo que la sociedad demanda en el momento actual", subrayó el Ejecutivo por escrito. "La sociedad merece recuperar la normalidad y el sosiego", prosiguió, pero el candidato "se instala de nuevo en el sectarismo y la división".

"Las formas y condiciones con las que ha sido propuesto y el discurso con el que se ha presentado son una falta de respeto a las instituciones de Cataluña, al Parlamento del que es diputado y a la Generalitat que pretende resumir", resumieron desde Moncloa. "Sus palabras son una suerte de cesarismo impropio del siglo XXI, que supedita al interés personal de un individuo, el interés general de todos los ciudadanos", añadieron, en relación a la batuta de Carles Puigdemont.

Por todo ello, el Ejecutivo no ve margen para el diálogo. "Sus palabras evidencian la escasa voluntad de dialogar y capacidad de diálogo de unas formaciones que niegan la voz primero al conjunto de los españoles y el entendimiento con el resto de españoles. Ha demostrado que no tiene ningún interés de construir un diálogo en el propio Parlament, en el conjunto de la sociedad y con nadie que se someta exactamente a sus planteamientos", según la versión de Moncloa.

La conclusión final es que Rajoy hará cumplir la ley. Esto es, volverá a hacer uso del 155 si es necesario. Y pide "unidad", en un mensaje velado a Ciudadanos. "Este Gobierno estará muy vigilante de los actos del candidato y de su posible Gobierno. Cualquier ilegalidad y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondido", remataron en el Gobierno. Las fuentes consultadas no descartan nuevos contactos al más alto nivel con Pedro Sánchez y Albert Rivera.

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