Rajoy siempre ha antepuesto su propia supervivencia política y el interés electoral a corto plazo del partido a otras consideraciones y, desde luego, a las necesidades del país.
Si quienes amamos a España no somos capaces de unirnos bajo el prisma de lo nacional, entonces los enemigos, que son muchos y además internos, acabarán arrasándolo todo.
El expresidente del Gobierno ha anunciado que dejará la presidencia del PP porque "es lo mejor para mí, para el PP y para España" y ha anunciado un congreso extraordinario que elegirá su sucesor.