La iglesia catalana ha dado un paso más en su identificación con la causa separatista. Se impone un nuevo rito litúrgico, las misas amarillas por la liberación de los golpistas presos y el retorno de los fugados. También por la república.
La abadía de Montserrat es el centro espiritual de la religión republicana y como tal acogió el pasado 15 de junio una multitudinaria misa con ochocientas personas vestidas de amarillo en la que se colocó un lazo de ese color en la imagen de la Virgen de Montserrat, según denuncia el portal católico catalán no nacionalista Germinansgerminabit.org.
Los presentes formaban parte de diversos grupos del colectivo Avis i avies (Abuelos y abuelas) per la Llibertat procedentes de toda Cataluña y congregados en el cenobio para el ritual separatista auspiciado por los benedictinos. Además de participar en la misa amarilla, los asistentes cantaron Los segadores en la explanada del monasterio, departieron con los monjes y disfrutaron de los servicios de hostelería de las instalaciones.
La combinación de las excursiones con el activismo amarillo se ha convertido en una de las principales ofertas de ocio para la tercera edad en Cataluña.