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Movimientos de última hora en el PP: "Nadie tiene certeza de nada"

Casado se reúne con los ministros contrarios a Santamaría el último día de campaña. Cargos importantes del PP gallego lo apoyan públicamente.

Casado se reúne con los ministros contrarios a Santamaría el último día de campaña. Cargos importantes del PP gallego lo apoyan públicamente.
Casado, este miércoles, en el Congreso de los Diputados. | EFE.

Se acerca el final de la partida. Poco más de 3.000 compromisarios, buena parte de ellos cargos del partido, elegirán al sucesor de Mariano Rajoy. Sus teléfonos no paran de sonar estos días pese a que muchos ya han informado en privado del sentido de su voto. Pero los equipos de los candidatos no se fían, e insisten una y otra vez. "Vamos ganar", proclamaron un día más desde ambas candidaturas. Las cifras filtradas fueron otra vez completamente contradictorias. Y de ahí los nervios, y también la percepción de que todo es posible. "Nadie tiene certeza de nada", confesó un líder autonómico. "Todo podría resolverse por menos de 100 votos".

La campaña concluye este jueves, y el PP continuó pendiente de algún guiño de Alberto Núñez Feijóo. Según dijo, antes quiere despachar con los presidentes provinciales para conocer el sentir de los compromisarios gallegos. Pero los acontecimientos se precipitaron a última hora de la tarde del miércoles, cuando cargos regionales importantes como Diego Calvo o Rosa Gallego empezaron a respaldar públicamente a Pablo Casado. "Feijóo está con Pablo", deslizaron fuentes de la cúpula regional. El entorno de Soraya Sáenz de Santamaría se agarró a su ambigüedad pública para afirmar que aún hay batalla en la comunidad, principalmente en Orense, Lugo y parte de Pontevedra. "Duda porque no hay ganador seguro", deslizaron.

En estas últimas horas de campaña todavía podría haber sorpresas. La candidatura de Casado espera apoyos de otros barones que todavía no se han significado, como los de Cataluña y Aragón. Además, antes del cierre, el aspirante almorzará con aquellos ministros de la época de Rajoy que hoy por hoy no pueden ni ver a Santamaría. "Hay que hablar con ellos, escuchar las barbaridades que dicen de ella", deslizaron desde su entorno. Allí estará María Dolores de Cospedal, que ha puesto a su equipo a trabajar con él codo con codo, pero también José Manuel Soria, hoy desterrado de la primera línea de la política pero con influencia en el PP de Canarias. Rafael Catalá, José Manuel García-Margallo o Juan Ignacio Zoido también estarán en la comida.

Santamaría, que como Casado cerrará en Madrid, quiso lanzar la idea de que no todo aquél que apoyó en su momento a Cospedal lo hará ahora por Casado. Según sus cuentas, tendría el apoyo del 50% de los delegados en aquellas provincias en las que ganó la secretaria general. Y se desplazó este miércoles ni más ni menos que a Toledo, feudo de su histórica enemiga. El movimiento fue arriesgado y, según el PP de Castilla-La Mancha, un rotundo fracaso. "Fueron 40 personas y, de ellas, 7 compromisarios", según la dirección regional. Su candidatura elevó a "entre 20 y 25" los delegados, que tachó de "valientes". Las muestras públicas de respaldo a Casado se sucedieron en las últimas horas en dicha comunidad.

"Voy a insistir a Pablo hasta el final, quiero que nos unamos", proclamó Santamaría, que ha repetido día tras día dicho mensaje. Mientras, su equipo filtró que en Andalucía sacará "entre 22 y 23 puntos" a su rival "siendo muy prudentes" y que en Castilla y León se impondrá "por más del 70%". "Hay que ser más humilde", replicaron desde la candidatura de Casado, dando por descontado un "empate técnico" en la región del sur con victoria en Almería, Jaén, Córdoba y Granada. Sí admitieron dificultades importantes en la estructura de Alfonso Fernández-Mañueco, aunque "ganaremos con claridad" en Madrid, Castilla-La Mancha o Extremadura.

Para rematar, apareció un nuevo vídeo de Cuéntame, en esta ocasión contra Casado. A diferencia de Santamaría, el candidato rechazó protestar ante la comisión organizadora del congreso y aseguró que son cosas que pasan en campaña. "Cada uno tiene su hemeroteca, yo llevo siete años partiéndome la cara por Rajoy", afirmó, volviendo a defender la neutralidad del todavía presidente del partido en el proceso. "El viernes, seguramente reivindicará su legado, su herencia, pero en ningún caso señalará a nadie", auguraron desde Génova. "No voy a hacer como Zapatero, que ha manifestado su preferencia por la candidata", entró en escena José María Aznar, molesto por no recibir una invitación para acudir al cónclave popular. "Sólo he sido presidente del PP 14 años", se revolvió.

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