Pedro Sánchez y sus cortesanos capitulan hasta el extremo de permitir que los okupantes de las cuatro provincias catalanas secuestradas funcionen como un Estado paralelo.
"Si yo fuera a una negociación con el ánimo de que no va a salir es como un jugador que va a un partido diciendo que lo va a perder. Nosotros queremos reconstruir el Estado de Bienestar".