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El máster de Casado: un extraño caso y una instrucción tutelada desde la prensa

El máster de Pablo Casado llega al Supremo tras una instrucción que ha resultado llamativa.

El máster de Pablo Casado llega al Supremo tras una instrucción que ha resultado llamativa.
Pablo Casado | EFE

El pasado 15 de mayo la juez Carmen Rodríguez-Medel abría una pieza separada sobre el máster -en realidad un Diploma de Estudios Avanzados cuya única función era acceder al doctorado- que Pablo Casado había cursado en el Instituto de Derecho Universidad Rey Juan Carlos, el mismo que cursó unos años más tarde Cristina Cifuentes.

La decisión de la juez se producía sólo unas horas después de que la magistrada tomase declaración a Ignacio Escolar, el director de eldiario.es, el medio que había destapado el caso del máster de Cifuentes. El propio Escolar presumía en su blog de que la apertura de diligencias se producía "como consecuencia de la información desvelada por eldiario.es y de mi declaración como testigo".

La investigación se abrió en sólo unas horas, sin recabar más testimonios y sin tiempo para evaluar las presuntas pruebas que supuestamente había aportado el periodista.

Del máster se había empezado a hablar en la prensa unas semanas antes, con la publicación en El País de que el popular había cursado el mismo curso que Cristina Cifuentes y también se habría visto beneficiado por un trato de favor.

La reacción del hoy presidente del PP fue muy diferente a la de la expresidenta de la Comunidad de Madrid: tras la aparición de las primeras informaciones, convocó una rueda de prensa y presentó toda la documentación que obraba en su poder, incluyendo los cuatro trabajos que presentó para aprobar las asignaturas que cursó y la convalidación de las asignaturas.

El popular no dudó en acusar a el diario de Prisa y señalaba que los periodistas se habían dirigido a él pero le hablaron de una información sobre la Universidad Rey Juan Carlos y no sobre su persona.

En este primer desmentido de muchos Pablo Casado ya marcaba lo que ha sido su argumentario posterior, que no ha variado ni un milímetro: siempre ha mantenido que cursó la parte del máster que se le exigía, que realizó los trabajos, que en ningún caso recibió trato de favor y que no se trata de un "máster finalista" sino de un curso para poder realizar un doctorado que, además, luego no realizó. Son argumentos que ha repetido este mismo lunes, prácticamente cuatro meses después.

Una instrucción sorprendente

Mientras algunos medios parecían empeñados en que el caso no dejase de ocupar las portadas, la instrucción se ha desarrollado con detalles un tanto sorprendentes. Por ejemplo, que hace ya mes y medio que la juez pidió al Congreso que certificara la condición de diputado de Casado, pese a lo cual ha seguido instruyendo la causa varias semanas, por lo que algunos están ya sugiriendo que ha prolongado la instrucción de forma indebida, lo que podría suponer un problema grave desde el punto de vista legal.

Además, también ciertos episodios chuscos han jalonado esta instrucción, como la desaparición del Instituto de Derecho Público de la documentación sobre el máster que, llamativamente, poco después aparecía como por arte de magia.

El caso llega al Tribunal Supremo justo a principios de agosto, con lo que lo más probable es que los magistrados no tomen una decisión hasta septiembre, prolongando durante otro mes más la vigencia mediática del caso. Y todo mientras, según los expertos, de los testimonios más importantes de la instrucción, así como de la documentación finalmente aparecida, no se puede inferir sino que la versión de Casado es la más ajustada a la verdad.

En la causa hay siete imputados: el exrector Fernando Suárez; el exdirector del Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos (URJ), Enrique Álvarez Conde; los profesores Pablo Chico y Alicia López de los Mozos, así como las estudiantes María José Cancio, Alida Mas Taberner y María Mateo Feito. El principal es Álvarez Conde, señalado como la persona que indicó a los alumnos la vía para conseguir el título mediante convalidaciones y trabajos. En abril, tras saltar el caso Cifuentes, fue suspendido de sus funciones y posteriormente imputado.

La vía muerta de la licenciatura

El máster no ha sido el único asunto relacionado con sus estudios que ha saltado a las portadas. Al tiempo que aparecía la información sobre su máster, el diario El Mundo publicaba una información sobre la licenciatura de Casado, en la que sembraba sospechas sobre la forma en la que el popular había logrado su título. El propio Casado destacaba en Es la Mañana de Federico que él había negado todos los extremos de la cuestión a los periodistas y que éstos se basaban sólo en fuentes anónimas, sin poder presentar prueba alguna que sugiriese un comportamiento irregular. El hoy presidente del PP recordaba también que publicar expedientes académicos es ilegal y se preguntaba "¿Qué será lo próximo? ¿Publicar mi análisis de sangre?".

De hecho, en menos de 24 horas el responsable de la filtración a El Mundo, exdirector del Centro de Estudios Cardenal Cisneros, Alberto Pérez de Vargas, quedaba completamente desacreditado al entrar en evidentes contradicciones al hablar para distintos medios.

Finalmente, la propia Universidad Complutense abrió una investigación para esclarecer si existían irregularidades en la titulación, extremo que finalmente se desechó hace sólo unos días, cuando la universidad archivó la investigación.

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