La ministra de Trabajo montó en cólera cuando se enteró de que su departamento había dado carta de naturaleza a un sindicato de prostitutas y en público llegó a reconocer que había sido "un gol por toda la escuadra".
Acto seguido y en mitad de su gira iberoamericana Pedro Sánchez terciaba en la cuestión diciendo que el "acto administrativo" no tenía "errores de forma, pero sí de fondo", y que el suyo es "un Gobierno feminista, partidario de la abolición de la prostitución".
El registro efectuado ante la Dirección General de Trabajo del Ministerio fue un mero acto administrativo que no contenía errores de forma, pero sí de fondo. Este es un #Gobierno feminista, partidario de la abolición de la prostitución.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 30 de agosto de 2018
Una postura que, más allá del término elegido -abolir- sea erróneo o muy totalitario no deja de ser contradictoria con pasado familiar del propio Pedro Sánchez: cuyo suegro tuvo un floreciente negocio de saunas gais en Madrid.
La notica saltó poco antes de la campaña electoral de las elecciones generales de 2015, adelantada por Voz Pópuli aunque obviamente varios medios se hicieron eco de ella.
Sabiniano Gómez Serrano, que es el padre de Begoña Gómez, era propietario de alguno de estos negocios y uno de los datos documentales que lo refrendaba era que aparecía en una sentencia contra un exconcejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, Javier Rodrigo de Santos (PP), que fue acusado de utilizar la tarjeta Visa de la Empresa Municipal de Obras y Proyectos para gastarse 50.804 euros en diferentes clubes de alterne entre 2006 y 2007.
Así, en la sentencia de aquel caso recoge el nombre completo del padre de la mujer de Pedro Sánchez. En los "hechos probados" se dice que "el 4 de enero de 2006, en el local de sauna 'Sabiniano Gómez Serrano'", sito en la calle San Bernardo número 38 de Madrid.
Fue en 2006, precisamente, cuando Pedro Sánchez y Begoña Gómez se casaron y varios años después, en 2012 según la información original de Voz Pópuli, cuando Sabiniano Gómez decidió deshacerse de sus negocios, entre otras razones por la carrera política de su yerno.