La invitación de Ana Pastor a Quim Torra, y los supuestos detalles de la misma, provocaron una tormenta interna del PP. En esRadio, Andrea Levy, que es una de las voces más autorizadas de la formación para hablar de la situación en Cataluña, dijo el miércoles desconocer los planes de la presidenta del Congreso, que no consultó a su líder de filas. "Nuestro mensaje se ha visto desvirtuado", lamentaron en Génova.
Así las cosas, tras dos días con la polémica en aumento, Casado quiso dar un golpe en la mesa y zanjar la cuestión este jueves. Conversó en varias ocasiones con Pastor, e intentaron apagar el incendio político. Primero habló ella, en una declaración no prevista antes de la reunión del Grupo Popular, para negar que hubiera abierto la puerta a un pleno sin votación para Torra. Después, el líder de la oposición reapareció públicamente para elevar el tono y proclamar que, si el catalán va al Congreso, tendrá que ser tratado como cualquier presidente autonómico.
"Fin de la historia", quisieron transmitir desde Génova. Entre medias, Casado pidió un aplauso para Pastor –de la entera confianza de Mariano Rajoy, pero no tanto de él– en la reunión con los diputados del PP, dando a entender a todos que su relación no se ha visto dañada. "Lo que no podemos es enredarnos en estas cosas cuando, en esencia, tenemos un discurso muy claro sobre Cataluña", subrayó uno de los asistentes. En privado, siguieron escuchándose algunas críticas sobre la veterana política.
Ya en declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara, y tras 24 horas de silencio, Casado fijó oficialmente postura ante la posibilidad de que Torra acuda a las Cortes. Rechazó que pudiera comparecer "por la puerta de atrás" y exigió que sea en sesión plenaria y con votación, como ya sucedió con el Plan Ibarretxe. Esto es, rechazó frontalmente la posibilidad de que acudiera a la comisión territorial, como planteó el PSOE.
Casado quiso vender que Pastor ofreció a Torra "exactamente lo mismo" que a cualquier otro presidente autonómico. "Puede venir a las Cortes a presentar una proposición de ley de su respectivo Parlamento para que esa pueda ser votada por los representantes de todos españoles en sesión plenaria", insistió, tal y como recoge la agencia EFE. "Luz y taquígrafos", exclamó.
"No hay noticia", llegó a afirmar el líder del PP, tratando de pasar página de una vez por todas. Y volvió al discurso contundente. "Seremos un dique de contención" ante cualquier referéndum para incrementar el autogobierno de Cataluña porque no hay que ceder ante los que quieren "romper" el país, afirmó. Y sacó una vez más a colación la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución.