Pablo Casado se estrenó en la sesión de control al Gobierno en el Congreso exigiendo a Pedro Sánchez que "ponga orden" en Cataluña sin demora. Aseguró que ya existen motivos para aplicar el artículo 155 de la Constitución en la comunidad, que a su juicio debería ser más largo en el tiempo y contundente, y dijo sentirse "decepcionado" con Josep Borrell por su entrevista en la BBC. "Supere el trauma", le contestó el líder del Ejecutivo, y le recomendó que se vaya acostumbrado a que él está ahora en Moncloa.
Cataluña, la desaceleración económica y los vaivenes del Gobierno en estos 100 días centraron la intervención de Casado en el Congreso, que no entró a valorar la dimisión de Carmen Montón hasta una declaración posterior a los medios. "Se dedicó a lo importante", se defendieron desde su entorno. "En 100 días hemos visto a cuánto ascendía la hipoteca y el poco plazo que le han dado para pagarla", afirmó el líder de la oposición sobre los apoyos de Sánchez para llegar al poder. "Usted sólo acierta cuando rectifica", añadió.
Para Casado, ya no es el momento para el diálogo con los separatistas sino intervenir Cataluña. Es la hora de actuar. Y tanto él como su portavoz en la Cámara, Dolors Montserrat, pusieron en la diana a Borrell por recomendar la puesta en libertad de los presos separatistas que están en prisión. "Nos hemos olvidado del Borrell del 8 de octubre", lamentó Montserrat en su rifirrafe con Carmen Clavo. "Que aclare si están en cumplir la ley o en volver al apaciguamiento", insistió el líder del PP en los pasillos del Congreso.
Tanto Sánchez como Calvo defendieron la negociación con el Gobierno catalán. "Siento que la llegada del Gobierno progresista, socialista, de izquierdas haya supuesto un trauma para la derecha española, pero se van a tener que acostumbrar a los cambios (...) a un Gobierno feminista", contestó el jefe del Ejecutivo. Sánchez hizo un balance triunfalista: la situación política "va bien" y "la política mejor", dijo.