Pablo Casado no forzó la dimisión de María Dolores de Cospedal, pero tampoco la respaldó públicamente. Las grabaciones de su marido, Ignacio López del Hierro, con el polémico José Manuel Villarejo provocaron un auténtico terremoto interno justo el mismo día en el que el partido se disponía a celebrar los primeros 100 días de Casado al frente del PP, y volvieron los silencios. "El marrón es gordo", reconocieron en Génova. Y lo peor, según fuentes de la dirección nacional, es que "vendrán más cosas" y "podrían ser peores".
En Génova no descartaron que Cospedal acabe tirando la toalla si la situación se vuelve insostenible. Tras estallar el escándalo, la exministra se apresuro a emitir un breve comunicado sin membrete del PP, del que informó a Casado. Admitió que Villarejo habló con su marido de investigaciones de corrupción que afectaban a la formación, pero destacó que esos contactos "no cambiaron nada de lo que sucedió". Y añadió, en relación a la ministra Dolores Delgado: "La trascendencia que trata de darse a estas conversaciones que no aportan nada solo pueden tener un objetivo: cubrir el hecho de que personas muy relevantes del actual Gobierno negaron hasta tres veces conocer al comisario, cuando se ha evidenciado que no era cierto".
Oficialmente, el PP se remitió a la versión de Cospedal -que también confesó que se ha visto con Villerajo- y dijo no estar "ni mínimamente preocupado". Pero Casado, que en privado sí le trasladó su cariño, no salió en su defensa y esquivó a los medios de comunicación tanto por la mañana como por la tarde, como en su día hiciera Mariano Rajoy. Tampoco Teodoro García Egea y Javier Maroto, sus hombres fuertes en Génova, quisieron atender a los periodistas. "Cospedal hoy no es miembro de la dirección nacional, es una diputada", afirmaron en Génova, tratando de proteger a Casado. La vicesecretaria de comunicación, Marta González, fue la única que dio la cara en una complicada comparecencia de prensa en Génova13.
Actualmente, Cospedal es presidenta de la comisión de Exteriores en el Congreso y miembro del Comité Ejecutivo. Hasta este lunes, nadie en el PP descartaba la posibilidad de que fuera elegida cabeza de cartel a las elecciones europeas, cosa que ahora parece improbable. Y lo más importante: sus votos fueron clave para que Casado lograra vencer a Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso extraordinario de julio. Motivo por el que después cargos de su confianza coparon puestos de muchísima responsabilidad en el nuevo PP, como Dolors Montserrat, que hoy es portavoz del Grupo Popular.
Mientras, la inquietud llegó al partido, más aún teniendo en cuenta que se esperan más grabaciones y noticias que relacionan a Cospedal con Villarejo. "Esto suele llegar a cuentagotas", alertaron varios dirigentes consultados por este diario. "Lo que resulta difícil de explicar es que ella continuara proyectando su carrera sin temor a que esto saliera", se revolvió un miembro de la cúpula. "Lo de Villarejo y López del Hierro lo sabía todo Madrid", deslizaron apesadumbrados en Génova. En conclusión, "un lío importante". "Primero, porque afecta a la ex secretaria general; segundo, porque hemos pedido la dimisión de la ministra de Justicia por lo mismo; y tercero, porque ella apoyó a Casado frente a Soraya", resumió un destacado dirigente del PP.