Nadie, ni dentro ni fuera de Cataluña, reparó en el nombre de la entidad que había organizado aquel vistoso acto que contó con Torra como primer bailarín del coro.
¿Cómo es posible que Pedro Sánchez convierta cualquier solución en un problema? ¿Que actúe cegado por el interés inmediato, sin reparar en los daños colaterales?