Indignación en el PP. "Pasa de ser una broma a convertirse en malversación de caudales públicos", en opinión de la dirección nacional. En síntesis, el Gobierno utiliza el CIS "para condicionar la opinión" de los andaluces, según su diagnóstico. "No esperábamos menos de la cocina de José Félix Tezanos", afirmó Dolors Montserrat en los pasillos del Congreso. Varios dirigentes populares, como el andaluz Rafael Merino, exigieron "que dimita" cuando el día de las elecciones "se demuestre" la "disparidad" entre los resultados de las urnas y el sondeo.
El CIS fue especialmente analizado por el equipo de campaña de Juan Manuel Moreno, el candidato del PP. Y tampoco les salieron las cuentas. Según las fuentes consultadas, "la mayor trampa" del barómetro "es la muestra". "De 4.900 entrevistas, 780 dicen haber votado PP. Es decir, según el CIS en 2015 sacamos un 15% de los votos, casi 12 puntos menos que nuestro resultado", según este análisis. E ironizaron en el entorno de Moreno: "Con esa muestra, tenemos que dar las gracias de que no seamos extraparlamentarios".
Otra de las claves es la valoración que, según el CIS, los andaluces hacen de la gestión de la Junta. "Un 60% dice que quiere un cambio y un 82% califica su gestión de regular, mala o muy mala" pero "el PSOE logra 47 escaños", se revolvieron, dando a entender que no casan los datos. En síntesis, "absoluta cocina", en palabras de un alto cargo del PP andaluz. "Pero no puede ser que esto se haga con dinero público", añadió irritado.
Tal y como avanzó este diario, según las encuestas del PP, la suma de populares, 5 puntos por encima, y Ciudadanos se traduciría en una horquilla de entre "53 y 57" escaños –la mayoría absoluta está en 55 diputados–. Estos sondeos sí recogen que VOX, la formación que preside Santiago Abascal, podría hacer daño al PP al "fraccionar" el voto de centroderecha sin que finalmente dicho partido tenga representación en la Cámara. "Votar a VOX puede dar escaños a Podemos", alertó esta misma semana Moreno.