Desde que al PSOE andaluz le huele el culo a pólvora y Podemos arrastra la capa de superhéroe por el barro, aquí no se habla más que de la ultraderecha.
Estamos hablando de una imposición liberticida muy propia de un equipo de gobierno que profesa una de las ideologías más totalitarias que jamás hayan existido: el comunismo.