El mensaje de fin de año de la presidenta en funciones de Andalucía fue lo que cabía esperar de semejante personaje, que sólo descuella por su tremenda incompetencia y su bochornoso mal perder.
En la vida, en cualquier vida, en cualquier sociedad, en cualquier tiempo, hay límites cívicos, normas de comportamiento que no se traspasan. Incluso entre forajidos.