José Luis Martínez-Almeida pactará con VOX para recuperar el Ayuntamiento de la capital e Isabel Díaz Ayuso hará lo propio para mantener la Comunidad de Madrid si así es necesario. Lo dejaron muy claro en sendas entrevistas en esRadio antes de ser designados por Pablo Casado, y lo reiteran ahora fuentes de la formación consultadas por este diario. Si bien, con un discurso "sin complejos", en Génova también esperan que se conviertan en un "polo de atracción" para aquellos que estén pensando en votar a Ciudadanos o al partido de Santiago Abascal.
Por primera vez, la sintonía entre la dirección nacional y los candidatos a nivel regional y local será total. Nada que ver con los tiempos de Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre, que a su vez tampoco sintonizó con Cristina Cifuentes y ni mucho menos con Mariano Rajoy. "Casado, Ayuso y Almeida tienen el mismo perfil ideológico y además son amigos. Hay que estar coordinados y por fin ha llegado la paz", afirmaron las fuentes consultadas.
Los candidatos romperán su silencio este domingo, en el acto oficial de proclamación junto a Casado que se celebrará en la capital. Pero, un día después del ansiado anuncio, en el PP se sucedieron las conversaciones informales para conocer todos los detalles de la frenética jornada. Según la versión de varios cargos del partido, Ángel Garrido fue el primero en recibir la llamada de Casado, que le quiso decir cara a cara que no iba a ser el elegido. "Se comportó como un señor", y se puso a disposición de la formación. Seguirá al frente de Sol hasta las elecciones.
Las llamadas a Ayuso y Almeida llegaron justo después. Cerca de las 20:00h, para evitar cualquier tipo de filtración. Antes, en palabras de algunos de sus compañeros, les llegaron rumores, se les había pedido cautela y que evitaran coger el teléfono, pero ninguna confirmación definitiva. Cuando Casado se puso en contacto con ellos, les desveló sus planes y les pidió que fueran para la sede. Ayuso se había marchado ya de Génova13 y Almeida también estaba fuera. Tras reunirse con el líder, fueron ovacionados por los suyos. "Menudo día, casi no lo contamos", se desahogó un miembro del actual gobierno autonómico.
Ahora, toca lo más difícil. Hacer "conocidos" a los candidatos, especialmente a Almeida. Y, principalmente, recuperar la ilusión del posible votante batallando ideológicamente pero también esgrimiendo buena gestión. Y, en este sentido, Ayuso no dudará en reivindicar el legado tanto de Cifuentes como de Garrido, según fuentes de la estructura regional. "No vamos a deshacer lo conseguido en estos cuatro años de gobierno", aseguraron.
Abriendo el capítulo de los hipotéticos pactos, tanto Almeida como Ayuso tienen claro que VOX es un interlocutor válido con el que previsiblemente se tendrán que entender. Pero tampoco a cualquier precio. De hecho, en el PP de Madrid hacen suyas las palabras de Casado hace tan solo unos días sacando pecho del acuerdo alcanzado en Andalucía: "Somos capaces de concitar consensos. En una negociación siempre hay que ceder, pero somos capaces de no ceder en lo esencial y sin que nadie nos marque la agenda ni nos etiquete".
Y, en paralelo, tanto Ayuso como Almeida tendrán que hacer frente a las posibles críticas internas. De hecho, ya se escucharon las primeras, siempre a micrófono cerrado. "Casado se ha olvidado del centro en Madrid", lamentó un líder regional. Tras los comicios, la estructura regional tendrá que celebrar un congreso extraordinario. Actualmente, de facto, hay una gestora dirigida por Pío García Escudero, y los candidatos forman parte de su comité de dirección.