Mientras el golpismo se empeña en acentuar el carácter "cívico" y "pacífico" del movimiento separatista en el Tribunal Supremo, se suceden los incidentes contrarios a esa teoría: han reaparecido las amenazas y avisos a modo de muñecos colgados en el puente de una autopista en Lérida.
Junto a dos carteles en los que se pide la absolución de los separatistas encausados y se califica de "culpables" a "los partidos del régimen" por el encarcelamiento de líderes golpistas, cinco muñecos ahorcados, tres de ellos con los logos de Ciudadanos, Vox y PP.
La "instalación" ha sido retirada a media mañana. A esas horas comparecía en el Supremo como testigo el diputado de ERC Joan Tardà, que insistía en el "civismo" y "pacifismo" de todas las movilizaciones y actividades del independentismo.
El ahorcamiento simbólico es la última expresión callejera del independentismo tras la actuación de los piquetes de los Comités de Defensa de la República (CDR) en la huelga general del pasado 21 de diciembre y el intento de boicot de la visita del Rey al Mobile World Congress, con quema de banderas españolas y retratos del monarca.
Ciudadanos ha anunciado una denuncia "ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado" y han asegurado también que van a seguir "defendiendo a toda la sociedad catalana de este fascismo".