Al igual que ocurriera recientemente en Segovia, donde varios establecimientos sufrieron el acoso de radicales de izquierda por mostrar su simpatía hacia Vox, el dueño de un local en Elda, Alicante, se ha visto obligado a cancelar un acto que el partido iba a celebrar este jueves, por las coacciones que estaba sufriendo.
A través de las redes sociales, dos asociaciones que se definen como "antifascistas" llevaron a cabo una campaña contra el establecimiento, VIDI Gastrobar, después de que se anunciara el evento, criticando el negocio porque ofrecía "raciones pequeñas, comida decepcionante o tenía servicio lento y mala presentación".
Después hicieron un llamamiento a acudir el día que estaba previsto el acto: "¿A quién no le apetece tomar unas cervezas con sabor a rancio?", escribieron en sus perfiles de Facebook y Twitter, donde todavía puede leerse, tal y como se aprecia en las imágenes. De hecho, ambas plataformas presumen en sus redes sociales de haber conseguido que se cancele la reunión.
Además, los coches situados en la calle donde está ubicado el restaurante, aparecieron cubiertos con panfletos en los que se leía "no pasarán", "paremos a Vox", "StopVox" o "no a la extrema derecha".
Libertad Digital ha tenido conocimiento del malestar e indignación del dueño, que no pertenece a ningún partido político y cedió el local con el objetivo de que pudiera celebrarse el encuentro. Según traslada su entorno, la familia, que vive de este negocio, "lo está pasando muy mal" y se vio obligada a cancelar el acto "ante lo que se les venía encima".
Desde Vox aseguran a este periódico que han interpuesto una denuncia ante la policía y los juzgados. Explican que sólo pretendían reunirse, como hacen habitualmente, con simpatizantes y afiliados para debatir diferentes temas de actualidad, y que ya están buscando un nuevo establecimiento para celebrar el acto aunque, en esta ocasión, no será un local particular para evitar que se repita lo sucedido.