Apenas unas horas después de que el portavoz del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, pidiera a la alcaldesa, Ada Colau, impedir el acto que Vox tenía previsto hacer el próximo 30 de marzo en el Palau Sant Jordi, el Ayuntamiento daba a conocer que ese día hay programadas "tareas de mantenimiento" en el edificio y no estará disponible.
El partido asegura que ya habían firmado un contrato con la empresa municipal encargada de su gestión y había abonado el 50% del precio exigido para confirmar la reserva. De hecho, llegaron a mantener reuniones con los responsables para hablar de la organización del evento hasta el pasado 21 de febrero y en ningún momento se les comunicó la imposibilidad de celebrarlo. Consideran por tanto que se trata de "una decisión política" que nada tiene que ver con labores de mantenimiento.
Por todo esto, han enviado un burofax al Ayuntamiento exigiendo una rectificación o de lo contrario reclamarán daños y perjuicios. Este extremo provocaría la paradoja de que el Consistorio gobernado por Ada Colau podría tener que acabar pagando a Vox una indemnización.
Desde el partido denuncian la "actitud partidista y contraria a la libertad" del gobierno de Ada Colau y anuncia que si no pueden celebrar su gran acto en Barcelona, con el que esperan repetir el éxito de Vistalegre y reunir a 17.000 personas, convocarán una manifestación en la ciudad en protesta por lo ocurrido.