Mientras Pedro Sánchez repetía una y otra vez el lema del "cordón sanitario" que Ciudadanos le ha atado al cuello al PSOE negándose a apoyarlo para que consiga la Presidencia del Gobierno y otras presidencias, como la de la Comunidad de Madrid, Susana Díaz le deslizó este lunes en Málaga, en un primer acto preelectoral juntos, que, por experiencia, puede decirle que, si los números dan, Ciudadanos lo apoyará para la Presidencia del Gobierno. Por experiencia, dijo.
Esto es, Susana Díaz parece tener ya muy claro que Ciudadanos, antes de consentir un nuevo gobierno que dependa de los separatistas y podemitas para poder consumarse, elegirá como hizo en Andalucía, apoyar un gobierno socialista como mal menor. En realidad, no hacía más que meditar sobre lo que ya ocurrió en Andalucía en 2015 y lo que la indiscreción del secretario de Organización, José Luis Ábalos, dejó claro ayer: que se prefiere un gobierno de coalición con Ciudadanos antes que otro gobierno Frankenstein con separatistas y podemitas.
Con ese pronóstico, Susana Díaz quebraba, como Ábalos, la estrategia general del PSOE de no referirse a pactos concretos sino esperar al resultado final de las elecciones, explicitando preferencias. Con ello tal vez se consigue poner en un aprieto a los de Albert Rivera en bastantes circunscripciones, pero se distancia de la actitud mucho mas dura del propio secretario general.
Para Pedro Sánchez, lo importante, en primer lugar, es que no se produzca en España ni especialmente en Andalucía la abstención que supuso una bajada de 14 escaños en las pasadas elecciones andaluzas, con la consecuencia de la pérdida del gobierno andaluz por vez primera desde 1982.
En segundo lugar, Sánchez, que explica en estas elecciones generales hay muchas siglas y partidos, quiere reducir la realidad política, de nuevo, a dos Españas, textualmente: "Una España que integre o que excluya; una España que mire al futuro o retroceda 40 años; una España en la que quepamos todos o sólo los tres de la foto de Colón".
Por eso, Sánchez, al contrario que Susana Díaz y Ábalos, ha arremetido contra Ciudadanos, incluyéndole en el bloque de quienes desean retroceder 40 años, identificándolo con el "cordón sanitario" –invención, recuérdese, del PSC en Cataluña posteriormente extendida a toda España contra el PP–, que impedirá gobernar a los socialistas y de creer en una democracia excluyente con una interpretación sesgada de la Constitución.