Una vez más, la letra pequeña del barómetro del CIS nos ofrece algunas sorpresas e incluso datos que resultan, como mínimo, difíciles de creer o que no parecen muy coherentes no ya con otros estudios demoscópicos, sino incluso con resultados electorales anteriores.
El primero es, como en otras ocasiones, el recuerdo de voto. Como suele ocurrir en estas preguntas, un porcentaje mucho más alto de los que realmente votaron afirma haber acudido a las urnas en 2016: un 82,5% cuando el dato real fue el 66,5%.
A partir de ahí, o bien la gente no reconoce lo que de verdad votó, o bien la muestra de Tezanos está más que sesgada: un 26% de los encuestados asegura haber votado al PSOE cuando en realidad sólo lo votó un 22,6%, una desviación que no resulta tan exagerada como la que sufre el PP: mientras obtuvo un 33% sólo un 21,3% recuerda haber votado a los populares.
¿Gran batalla entre PP y PSOE?
Otro de los datos menos creíbles del CIS está en el apartado en el que se pregunta a los indecisos, aquellos ciudadanos que afirman que votarán pero que aún no saben a quién. Recogidos en la pregunta 9bR hay cosas que llaman mucho la atención: por ejemplo que los que están dudando entre votar al PP o al PSOE son más del doble –un 6,6%– que los que dudan entre los populares y Vox –sólo un 3,1%–.
Del mismo modo, también resulta sorprendente que hay casi tantos votantes indecisos entre si votar al PSOE o a Podemos como los que dudan entre votar a los socialistas y a Ciudadanos.
¿PSOE primera fuerza en Madrid?
Además hay datos que resultan muy llamativos en el desglose por provincias. Por ejemplo en Madrid, donde el PSOE obtendría una holgada victoria en escaños: lograría 12 o 13 mientras que el PP, segundo, se quedaría en 8 o 9.
La victoria de los socialistas resulta llamativa puesto que en las elecciones de junio de 2016 el PSOE fue el tercer partido, pero aún llama más la atención si se tiene en cuenta que PP y Ciudadanos llegaron nada más y nada menos que al 56% de voto y con ello sumaron 21 escaños, mientras que, según Tezanos el PSOE y Podemos, podrían llegar en esta ocasión a nada más y nada menos que 20 diputados.
También resulta extremadamente chocante el dato de Cantabria: allí Tezanos pronostica que el PSOE podría tener incluso tres escaños de los cinco que se reparten. Si miramos al resultado de 2016 nos encontramos no sólo con que entonces el PP prácticamente duplicó al PSOE –un 41,55% por un 23,52%– sino que el cuarto partido fue Ciudadanos con un 14,4% de los votos. Incluso contando con un descalabro absoluto de Podemos, solo con que Vox logre en Cantabria igualar su resultado a nivel nacional obligarían a los socialistas a tener nada más y nada menos que un 36% para hacerse con ese tercer escaño. Eso, en una provincia en la que el centro derecha hace menos de tres años rozó el 56%, es decir, más de 10 puntos por encima de su media nacional.
Lo mismo puede decirse del caso de La Rioja: si en esta provincia en 2016 el PP tuvo dos escaños y PSOE y Podemos uno cada uno, en esta ocasión, y según el CIS, sería el PSOE el que se llevaría dos diputados, el PP otro y Podemos el cuarto. Lo sustancial de esto es que para darse un resultado así los socialistas tendrían que tener más del doble de votos que el cuarto partido, es decir, sólo con que Ciudadanos repitiese el 13,98% que obtuvo en junio de 2016 el PSOE tendría que estar en el 29% de voto y, además, imponerse al PP como primer partido en una provincia en la que los populares estuvieron en las elecciones diez puntos por encima de su media nacional, y todo eso sin un desplome absoluto de Podemos que seguiría obteniendo su escaño. Hay que tener en cuenta que en las anteriores elecciones ni siquiera la suma de PSOE y Podemos se quedó en un 41% –los socialistas estuvieron en el 24,29% y los de Iglesias en el 16,63%–, mientras que PP y Cs sumaron el 56%.