En mitad de la campaña para las elecciones generales, el presidente catalán, Quim Torra, ha aprovechado el tradicional discurso con motivo de la festividad de San Jorge en la sede de la Generalidad para atacar, en primer lugar, a quienes según él siguen a día de hoy "persiguiendo" a la lengua catalana. "Cataluña se ha construido con fidelidad a la lengua, una lengua que ha sido perseguida y prohibida a lo largo de los siglos y que aún hoy tiene adversarios, leyes e instituciones que quieren hacerla desaparecer". San Jorge, ha añadido Torra, "es también una jornada de reivindicación de la lengua, que es nuestra gran aportación a la riqueza cultural del mundo".
Lo llamativo es que tras su defensa "férrea" de la lengua catalana, a la que le ha dedicado el principio de su declaración, Torra ha decidido pasarse al inglés para seguir con el resto de su intervención. Lo ha hecho para hacer un llamamiento a la comunidad internacional y más en concreto a la Unión Europea a quien le pide "mediar" entre lo que él insiste en llamar "conflicto Cataluña- España". El dirigente separatista ha sostenido que "Cataluña se enfrenta a momentos difíciles" y por eso ha suplicado ayuda ni más ni menos que para poder frenar el juicio que se desarrolla en el Tribunal Supremo.
Torra ha convertido este Día de San Jorge en una jornada de campaña más para pedir al mundo entero que fije su atención sobre la situación en Cataluña "y resolver este conflicto por la vía democrática. No pueden tolerarse los juicios políticos", ha dicho, "pedimos la libertad". Según el líder independentista, tomar partido en el proceso de ruptura "es una oportunidad para la democracia de todo el mundo" mientras ha vuelto a aprovechar para hacer victimismo con la situación de los presos: "Algunos miembros del anterior Gobierno están en la prisión o exiliados por la represión del Reino de España".
Declaración institucional politizada del presidente de la Generalidad que ha coincidido con la jornada en la que estaba citado como testigo en el Tribunal Supremo el vicepresidente catalán y dirigente de ERC, Pere Aragonès que se ha acogido a su derecho a no declarar alegando que puede perjudicar a la causa que todavía continúa abierta contra él en el juzgado 13 de Barcelona. El presidente del tribunal, Manuel Marchena ha reconocido que su situación "es compleja y puede dibujar un escenario en el que tenga interés en no declarar".