El líder de ERC, Oriol Junqueras, consigue desde la prisión de Soto del Real y en mitad del juicio por el golpe a la democracia el mejor resultado para su partido en el Congreso de los Diputados. ERC logra aumentar hasta 15 sus escaños en la Cámara Baja (9 en 2016) y se impone al PSC en Cataluña, con quien ha mantenido una dura pugna en la mayoría de encuestas, consiguiendo por primera vez en la historia, ganar unas elecciones generales en esta comunidad donde estaban en juego 48 escaños. JxCAT sin embargo, no ha conseguido superar el resultado de 2016 con la siglas de CDC, después, PDeCAT y pasa de los 8 a los 7 escaños. El bloque constitucionalista que conforman Cs, PSC y PP suma 18 escaños: 5 Cs, 12 el PSC y solo uno ha conseguido el PP, escaño que ocupará Cayetana Álvarez de Toledo.
Junqueras ha conseguido su doble objetivo en estas elecciones: ganarlas y vengarse de JxCAT y rentabilizar el efecto mártir con el que el fugado Carles Puigdemont consiguió superarle en escaños en el Parlamento catalán en las pasadas elecciones del 21 de diciembre estando fugado de la justicia mientras él estaba en la prisión catalana de Lledoners. Con este resultado no solo afianza la voz del independentismo en el Congreso sino que consigue hacerse con la hegemonía del discurso rupturista en Madrid huyendo, ahora sí, de la dependencia constante de las órdenes de Puigdemont.
Ahora queda por ver si acabarán siendo decisivos si Pedro Sánchez apuesta por volverlo a intentar con el independentismo. Desde el inicio de la campaña no han dejado de ofrecerse a Sánchez, llegando incluso, en el estreno del líder de ERC desde Soto del Real, a apartar el referéndum como línea roja para volver a sentarse a dialogar. "No facilitaremos por acción u omisión un gobierno de extrema derecha" dijo entonces Junqueras y esa estrategia de constante ambigüedad y prudente moderación le ha supuesto arrebatar al PSC el voto de los independentistas desencantados por la deriva radical.
Fracaso en la purga de Puigdemont
El fugado Puigdemont apostó todo al radicalismo en Madrid, pero su purga del PDeCAT moderado en la Cámara Baja no le ha surtido efecto. El desembarco en el Congreso de la conocida como "la quinta de la CUP", la exconsejera Laura Borràs, muy próxima a cuatro diputados radicales en el Parlament –de ahí su apodo– solo ha conseguido "salvar los muebles" en el Congreso consiguiendo un escaño menos que en 2016. Las siglas con las que Puigdemont entrará en el Congreso, Juntos por Cataluña, se estrenará como un partido meramente residual, como cuarta fuerza en Cataluña.
La lista de JxCAT la encabeza el preso Jordi Sánchez, aunque será Borràs quien ejerza de líder de estas siglas en el Congreso. Los otros presos de las siglas de Puigdemont, Jordi Turull y Josep Rull también han conseguido escaño, por lo que cuatro golpistas en total han conseguido acta de diputados. De momento, solo Junqueras ha confirmado su intención de ir a la Cámara Baja a recoger su acta, bajo custodia policial y una vez sea autorizado por el Tribunal Supremo.