Después del espectáculo protagonizado este martes por los cuatro diputados presos en el Congreso, campando a sus anchas por el hemiciclo, recibiendo llamadas, grabando vídeos, tomando café en el bar reservado para los parlamentarios e incluso pidiendo dinero desde sus escaños para los procesados por el juzgado 13 de Barcelona, el siguiente objetivo del separatismo es trasladar el show al Palacio de la Zarzuela.
Enviar, ni más ni menos, que a dos presos a despachar con el Rey una vez el monarca convoque la ronda de contactos para designar a un candidato a la investidura. En la formación del fugado Carles Puigdemont, JxCAT, han decidido que el candidato idóneo para burlarse de este trámite institucional es el procesado Jordi Sánchez, según adelanta la ACN, mientras que los de ERC estarían sopesando si hacer lo mismo y enviar también al preso Oriol Junqueras.
La decisión de ERC sería doblemente llamativa porque hasta ahora, los de Junqueras han venido despreciando al monarca negándose a acudir a La Zarzuela. La última vez, en 2016, cuando el portavoz del grupo parlamentario, Gabriel Rufián, se quejó de que Felipe VI no quiso recibir ni al expresidente fugado Carles Puigdemont ni a la ahora procesada por el golpe en Cataluña, Carme Forcadell.
Lo cierto es que en los dos partidos independentistas consideran que es posible que esta imagen, de una nueva humillación, pueda llegar a producirse. Dependerá en parte, de la decisión que tome la Mesa del Congreso. Hasta que el órgano rector de la cámara no se pronuncie acerca del futuro político de los cuatro diputados procesados, Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull serán diputados.
El Tribunal Supremo, que es quien debe autorizar una hipotética salida de los presos para acudir a La Zarzuela, deberá tener en cuenta, por tanto, sus derechos como parlamentarios. La otra opción que barajan las defensas de los golpistas es que, de retrasarse la primera ronda de consultas demasiado, podría coincidir con el final del juicio y para entonces, haber conseguido la libertad provisional hasta conocer la sentencia. Este escenario es menos posible ya que el juicio tiene previsto alargarse más allá de la primera semana de junio y la ronda de contactos podría convocarse antes de que finalice mayo.
De igual forma, la suspensión de los presos como parlamentarios no impediría su designación por parte de sus formaciones como representantes para la ronda de contactos. Existen precedentes como el caso del socialista Javier Fernández, que en 2016 acudió a La Zarzuela como presidente de la comisión gestora del PSOE pese a no ser diputado. También en ese mismo año, el Rey recibió al presidente de UPN, Javier Esparza, en lugar de a los dos diputados que tenía el grupo en el Congreso.