Pasadas las diez y media de la mañana de este jueves, se cerraban las puertas de la Basílica del Valle de los Caídos para exhumar los restos del dictador Francisco Franco con un gran despliegue mediático.
El proceso no ha tenido nada que ver con un acto "discreto", tal y como anunciaba el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Cerca de 500 miembros de 150 medios de comunicación han cubierto la noticia mientras que desde la Moncloa se informaba paso a paso de lo que sucedía.
Dentro de la Basílica, 22 familiares del dictador han asistido a la exhumación junto con los representantes del Gobierno encabezados por ministra de Justicia, Dolores Delgado, acompañada por el Subsecretario Estado de la presidencia, Antonio Hidalgo, y por Félix Bolaños, Secretario General de la presidencia del gobierno.
Pero tan solo dos familiares (sus nietos Cristóbal Martínez-Bordiú y Merry Martínez-Bordiú), un forense, la ministra de Justicia y los operarios han podido acceder a una carpa con techo que se había colocado sobre la tumba para evitar cualquier tipo de grabación.
En el mismo ataúd que en 1975
Tras retirar la losa de 1.500 kilos que cubría la tumba, se ha extraído el ataúd que, por expreso deseo de la familia y a pesar de los daños que presentaba, han decidido mantener ese original en el que fue enterrado el dictador en 1975. Ataúd que ha sido bendecido por el prior de la basílica, Santiago Cantera, que se ha opuesto en todo momento a la exhumación.
Tras ese momento, los nietos de Franco lo han portado a hombros hasta la explanada del Valle sin banderas ni honores militares, a pesar de que era su deseo, pero sí que lo cubría varias coronas de laurel, cinco rosas rojas y un estandarte con la Cruz laureada de San Fernando, como enseña familiar. Una vez en el coche fúnebre, los familiares han gritado: "Viva España y viva Franco", ante una seria Dolores Delgado que les observaba a unos metros.
Posteriormente, el féretro ha sido dirigido hasta el helicóptero Superpuma de las Fuerzas Armadas que lo ha trasladado hasta el cementerio de El Pardo-Mingorrubio. En ese helicóptero han viajado junto a los restos del dictador su nieto, Francis Franco, y su abogado, Luis Felipe Utrera Molina, y la ministra de Justicia junto a miembros del Gabinete de Presidencia.
El cementerio de El Pardo-Mingorrubio
La actividad en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio comenzaba a primera hora de la mañana cuando varias furgonetas blancas introducían coronas de rosas rojas y amarillas. En una de ellas, se podía leer "Barcelona siempre con Franco".
Posteriormente, hacía acto de presencia el sacerdote Ramón Tejero, hijo del exteniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, encargado de oficiar la misa en el panteón de la familia Franco junto al prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera. Mientras en los alrededores del cementerio se reunían cerca de 300 personas. Algunos de ellos, partidarios del dictador que criticaban al Gobierno de Pedro Sánchez y gritaban "vivas" cuando irrumpía en la escena el propio Antonio Tejero en persona. Además, recriminaban las penas impuestas a los golpistas catalanes por el 1-O. Entre la multitud, también estaba presente el denominado "chino franquista".
A las 13:50 llegaban los restos de Francisco Franco al helipuerto de El Pardo-Mingorrubio. Cincuenta minutos después, el cortejo fúnebre con el cuerpo del dictador y 5 vehículos de familiares cubrían la ruta de apenas 50 metros entre el helipuerto y la entrada al cementerio.
Los familiares de Franco portaban el féretro hasta el interior del panteón en el que se encuentra ya la esposa de Franco, Carmen Polo. En ese momento, la ministra de Justicia Dolores Delgado, se daba la vuelta para mirar fijamente a los medios de comunicación apostados a la puerta del cementerio. En el panteón, se celebraba la misa familiar, ahora sí en la intimidad, pero con la presencia de la propia Delgado y del secretario general de Presidencia, Félix Bolaños.
Finalmente, los restos de Franco eran reinhumados en su nueva sepultura subterránea del panteón del cementerio de El Pardo-Mingorrubio a las 15.30 horas, 44 años después de haber sido enterrado en el Valle de los Caídos.