Las próximas semanas se antojan clave en el avance de las negociaciones entre socialistas e independentistas del partido de Oriol Junqueras y ERC no quiere ningún sobresalto. Busca tenerlo todo bien atado y eso es imposible con los de Junts per Cataluña enfrente amenazando con reventar las negociaciones con gestos como el de resucitar la moción de la autodeterminación que este mismo martes habían escondido en un cajón en gesto de "son de paz". Este viernes, sin ir más lejos, el grupo parlamentario de Carles Puigdemont ha puesto en marcha el trámite parlamentario para que se pueda debatir y votar a la vuelta de las vacaciones de Navidad.
El asunto de la moción ha sido uno de los principales motivos de las fricciones que han mantenido esta semana los socios en Cataluña pero no el único: la cesión de senadores, la clasificación de los presos separatistas e incluso el anuncio de la llamada de Pedro Sánchez a Quim Torra han servido de excusa para que ERC y JxCAT vuelvan a airear sus diferencias. El último caso, el del diputado de JxCAT, Josep Costa, presumiendo de que si ellos quisieran, sus votos pueden ser tan decisivos como los de ERC y que la diferencia sería "lo que exigen a cambio".
Hi ha qui diu que @JuntsXCat pot votar en contra de la investidura perquè som irrellevants.
— Josep Costa@josepcosta) December 12, 2019
Fals. Si decidíssim facilitar-la, els vots d’ERC tampoc serien necessaris.
Per tant, els nostres vots son tan decisius o irrellevants com els d’ERC. La diferència és en què exigim a canvi.
De ahí que después de valorar el riesgo que estos choques puedan tener de cara a un futuro acuerdo con el PSOE, ERC haya optado, en base a sus recientes declaraciones públicas, por un curioso cambio de estrategia: pasar de responder al ataque a la férrea defensa de la unidad con las siglas del fugado y en concreto, con el presidente Quim Torra.
El objetivo sería doble: neutralizar los planes del expresidente catalán, Carles Puigdemont, en plena fase de diseño de un adelanto electoral por sorpresa y regreso a Cataluña de conseguir la inmunidad y por otro lado, garantizarse el viraje de JxCAT del ‘no’ a la abstención como prueba del compromiso de los independentistas en las conversaciones con el PSOE. Fuentes del partido de JxCAT aseguran a Libertad Digital que la posición en este momento es la de un "no definitivo". Un extremo que, si bien pretende ERC cambiar, pasaría ineludiblemente por dar un trato preferente a Quim Torra. Hacerle partícipe, no apartarle.
Como primera prueba, el que ERC haya luchado por conseguir la llamada de Moncloa – y respaldará a Torra en sus exigencias para elegir la hora – y de ahí que, el vicepresidente catalán, y hombre fuerte del partido, Pere Aragonès, pueda valorar si cederle el sitio en una futura mesa entre iguales. Este mismo viernes, en una entrevista en La Razón, el líder del partido, Oriol Junqueras, lanzaba un mensaje a sus socios de JxCAT confirmando la estrategia: " Creo que si se consigue un buen acuerdo en la investidura, también estará JxCAT, porque será un buen acuerdo para el país. Se deben priorizar los intereses del país, no intentar el desgaste partidista". De esta forma, ya no serían 13 las abstenciones que estarían en juego en esas conversaciones con el PSOE sino 21, dejando al margen los votos de la CUP.