A España la hace mucho más daño un Gobierno incompetente o pusilánime o directamente cómplice con los peores enemigos de la Nación que un fallo infame como el del TJUE.
De la misma forma que Sánchez puede retrasar las negociaciones pero no renunciar a la poltrona, los de Esquerra podrán postergar pero no renunciar a su objetivo de una república catalana.