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Vox cambia sus estatutos para dar más poder a la dirección nacional y endurecer el control sobre los cargos públicos

El partido aprobará el texto en la Asamblea del próximo 7 de marzo que proclamará a Santiago Abascal presidente.

El partido aprobará el texto en la Asamblea del próximo 7 de marzo que proclamará a Santiago Abascal presidente.
Santiago Abascal durante una entrevista en esRadio. | David Alonso Rincón

Vox volverá a reformar sus estatutos en la Asamblea anual que el partido celebra el próximo 7 de marzo, apenas un año después de haberlos modificado. El nuevo texto, disponible desde este miércoles para los afiliados, permitirá a la formación concentrar todo el poder en la dirección nacional, en detrimento de las ejecutivas provinciales, único contrapeso hasta ahora al carecer de estructuras autonómicas, y que en adelante deberán someterse a las decisiones adoptadas por Madrid.

El texto recoge que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) "estará facultado para acordar instrucciones de obligado cumplimiento para todos los órganos del partido". Además, los Comités Ejecutivos Provinciales (CEP) podrán ser disueltos por "mayoría de dos tercios" del CEN, y no sólo por la dimisión de su presidente o la mayoría de los miembros provinciales, como ocurría hasta ahora. Los CEP sí tendrán potestad para "nombrar y destituir a los coordinadores insulares, locales y de zona".

Se trata de un paso más para otorgar mayor poder a la cúpula nacional después de que en la anterior Asamblea nacional, el partido eliminara las primarias para elegir a sus candidatos a cargos públicos con el objetivo, dijeron, de evitar la llegada de "arribistas" tras el éxito cosechado en las elecciones andaluzas y cuando apenas faltaban dos meses para las generales del mes de abril.

La dirección nacional controlará las provincias

El nuevo cambio se produce después de un año en el que la formación han tenido que hacer frente a varias dimisiones provinciales, la última de ellas en Sevilla, por discrepancias con el Comité Ejecutivo Nacional. Una situación que el partido ha solventado de forma temporal con el nombramiento de varias gestoras, tal y como exigen los estatutos que todavía están vigentes.

Para evitar polémicas como la protagonizada en Andalucía por uno de sus líderes más mediáticos, Francisco Serrano, o la del recientemente cesado senador en Ceuta, Juan Ros, acusado de maltrato, el partido endurecerá también las condiciones para sus cargos públicos que podrán ser suspendidos de forma "cautelar" como afiliados si están "incursos en un proceso penal" y no como hasta ahora cuando se les abra juicio oral.

Además, se endurecerá el régimen disciplinario y las faltas consideradas leves para los miembros del partido, en el caso de los cargos públicos se elevarán a graves, y las faltas graves aumentarán a muy graves.

Los avales para ser candidato a la presidencia

Vox no celebrará primarias para elegir al nuevo presidente del partido y Santiago Abascal será proclamado automáticamente líder de la formación el próximo 7 de marzo, después de que ningún otro candidato haya alcanzado el mínimo del 10% de avales necesarios para presentarse, es decir, unos 4,700. Abascal será reelegido por un período de cuatro años.

Los nuevos estatutos prevén que, en caso de que "ninguna candidatura" alcance ese 10%, se rebajará a un 5% la exigencia para aspirar a la presidencia del partido, pudiendo ser del 3% si tampoco se llegara a esa cifra. En la práctica, esto no habría supuesto ningún cambio en la actualidad ya que Abascal logró reunir el 10% de los avales requeridos, es decir más de 4.700, quedándose el resto de aspirantes por debajo de los 200, según informó el partido.

El cambio se produce después de las acusaciones de las otras dos candidaturas que intentaron competir con Abascal y se quejaron del estrecho margen de tiempo facilitado por el partido para reunir avales y acusaron al partido de irregularidades en el recuento de avales.

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