La Junta Electoral Central, integrada por magistrados del Tribunal Supremo, ha dado la razón a Vox y permite al partido repartir su propaganda electoral en el País Vasco y Galicia, después de que Correos decidiera "motu propio", según denunció el partido, "secuestrar" los sobres con su voto, acusándoles de vulnerar derechos fundamentales.
En ellos se podía ver la imagen del lehendakari, y candidato del PNV a las elecciones vascas, con frases del tipo "Urukullu considera necesaria la llegada de inmigrantes para afrontar el reto demográfico". En el caso de Galicia, aparecían textos como "los separatistas del BNG invitaron a un grupo terrorista a su mitin en Santiago".
La JEC asegura en su resolución, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, que "no se identifica una concreta y específica vulneración de algún derecho fundamental en los mensajes incluidos en los sobres que envuelven la propaganda de Vox". Por ello, asegura que "no se puede paralizar su distribución postal" e insta a Correos a que de forma "inmediata" proceda a su envío.
Fuentes del partido vinculan la decisión adoptada por la Sociedad Estatal con el reciente nombramiento por parte del Gobierno del nuevo presidente de Correos, Juan Manuel Santos, que desde 2014, y hasta que fue designado para el nuevo cargo, era el Jefe de Gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.
Los de Abascal presentaron alegaciones ante la JEC pidiendo que de forma "urgente" se reanudara el envío de la propaganda que incluye los votos de Vox, ya que para la elaboración de los textos se utilizaron noticias de fuentes "fidedignas", contra las que no habían presentado ninguna reclamación los actores implicados. Negaban además que se estuvieran vulnerado de forma alguna los derechos fundamentales.
En 2015 la JEC paralizó el envío de 900.000 sobres de Vox por incluir como imagen la bandera de España pero dos años después el Tribunal Supremo dio la razón al partido que, en las elecciones de noviembre de 2019, volvió a emplear la misma estrategia de buzoneo provocando polémica entre el resto de partidos que le reprochaban utilizar un símbolo nacional perteneciente a todos los españoles para su propaganda electoral.