Es el efecto pedagógico de la inhabilitación del expresidente de la Generalidad Quim Torra por negarse a retirar una pancarta "lazi" en periodo electoral. El alcalde de Tarragona, el republicano Pau Ricomà, no se lo pensó dos veces. Entre la denuncia de Vox y el aviso de la Junta Electoral de Zona (JEZ) no tuvo tiempo para dudar ni tampoco para torear a la JEZ, de modo que ordenó retirar la pancarta de inmediato. Sabía de antemano el precio a pagar, los dieciocho meses de inhabilitación y los 30.000 euros de multa por el cargo de desobediencia.
La denuncia de Vox ante la JEZ contra el alcalde Ricomà "por la exhibición de propaganda ideológica en la fachada del Ayuntamiento". En concreto, una pancarta con la leyenda "Llibertat presos polítics" alusiva a los encarcelados por el golpe de Estado separatista de 2017. Según Isabel Lázaro, la presidenta de Vox en la provincia de Tarragona, la pancarta "vulnera la neutralidad del ayuntamiento, que nos debe de representar a todos los tarraconenses y no solo a una parte".
Vox pide que las elecciones catalanas sean "democráticas, libres y pacíficas" y la propaganda partidista en las instituciones públicas es incompatible con un marco de respeto para todos las formaciones y sus electores, ha apuntado el partido en un comunicado. El partido ha plasmado esa petición de comicios libres y pacíficos en un manifiesto con el que también denuncia los ataques que están sufriendo los representantes de Vox en Cataluña.
El PP, también
El pasado 28 de diciembre el PP también denunció ante la JEZ el caso de la pancarta en el edificio municipal tarraconense aduciendo que la simbología separatista atenta contra el principio de neutralidad de las administraciones públicas y recordando el precedente del caso Torra. Tras la atribución en algunos medios del mérito a Vox, el PP de Tarragona se ha apresurado a informar de su iniciativa.