Inés Arrimadas no se da por vencida y una vez más, tras el fiasco de los Presupuestos Generales del Estado, vuelve a ofrecer a los socialistas el apoyo de Ciudadanos. En esta ocasión, para gobernar juntos en Cataluña tras las elecciones que, de momento, se mantienen para el 14 de febrero.
"El gobierno más centrado y mejor que se puede hacer después de las próximas elecciones es un gobierno de Cs y de PSC", ha asegurado la líder de Ciudadanos en un acto de partido en Sabadell junto al candidato de la formación naranja a las elecciones catalanas, Carlos Carrizosa. La dirigente naranja ha señalado además "el independentismo está desmovilizado" y ha advertido de que "la única manera de resucitar el procés es que el Partido Socialista pueda elegir un tripartito".
Por este motivo ha apelado a la "concentración del voto constitucionalista" en Cs para evitar que el PSC pueda optar por formar un gobierno tripartito en Cataluña junto a ERC y los comunes. Todo a pesar de que las encuestas pronostican la mitad de escaños a los naranjas que a los socialistas.
"Si al PSC le salen los números, hará un tripartito", ha insistido la presidenta de Ciudadanos, quien ha propuesto un ejecutivo "libre de corrupción", "que no ceda a chantajes separatistas" y que suponga "el cambio de verdad a una nueva etapa".
Oferta entre ataques
La líder de la fuerza naranja ha lanzado esta oferta al tiempo que ha acusado al candidato de los socialistas y todavía ministro de Sanidad, Salvador Illa, de "hacer campaña desde el ministerio" pensando en la "calculadora electoral". A su juicio, Illa debería haber dimitido en el momento en el que anunció su candidatura.
"¿Cómo se puede hacer campaña desde el Ministerio de Sanidad con 450 muertos en Cataluña en los últimos días? ¿Qué más tiene que pasar para que el Partido Socialista piense de verdad en los ciudadanos y no en la calculadora electoral?", se ha preguntado añadiendo después que desde que Illa se presentó como candidato a presidente del gobierno catalán, "muchas catalanes y españoles" se "plantean" si las normas sanitarias que establece el Gobierno se toman "por criterios sanitarios o electorales".