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Sánchez se asegura el 'armazón jurídico' para poder estirar la legislatura hasta enero de 2024

Moncloa ha sacado del cajón el armado de argumentación. Apelan al precedente de Rajoy en 2015 y a la interpretación de la LOREG que lo permite.

Moncloa ha sacado del cajón el armado de argumentación. Apelan al precedente de Rajoy en 2015 y a la interpretación de la LOREG que lo permite.
Sánchez en un pleno del Congreso | EFE

No fue una improvisación. Cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deslizó el lunes que "quedan 32 meses para las elecciones generales", no era casual ni un error. El jefe del Ejecutivo fijó el horizonte en un mes concreto: enero de 2024, dos meses después de noviembre de 2023, cuando expira teóricamente la legislatura.

Porque el plan está más que pensado. Fuentes gubernamentales consultadas por Libertad Digital lo confirman a este periódico y desvelan que el Ejecutivo se ha asegurado incluso jurídicamente de que sus intenciones puedan llevarse a la práctica. Según estas fuentes, el retraso en la convocatoria de elecciones se sostendría por la "interpretación" de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), según la cual los cuatro años de legislatura comienzan cuando empieza con la sesión de investidura y "la nuestra fue en enero", concretamente, fue el 7 de enero de 2019 cuando Sánchez fue investido en segunda vuelta.

Se trata de la interpretación más laxa de la LOREG que, ya en 2015, motivó una consulta del Gobierno, entonces presidido por Mariano Rajoy, a la Abogacía del Estado sobre hasta cuándo podía retrasar la cita con las urnas. Rajoy consultó a los abogados del Estado sobre la posibilidad de retrasar las elecciones hasta enero, en lugar de noviembre de 2015, sobre cuándo se produce el cumplimiento de los cuatro años de mandato permitiría una cita electoral en enero. La Abogacía ofreció entonces a Rajoy este recoveco legal de contar desde la sesión de investidura, en lugar de la fecha de las elecciones, pero recomendó mantener las elecciones en noviembre y descartar su retraso a enero, recomendación que asumió el entonces presidente.

Algo que no hará Pedro Sánchez. La intención del actual jefe del Ejecutivo es aferrarse a esta baza o 'armazón jurídico' que le permitiría contar con el margen necesario para ponerle el broche de la legislatura aprovechando al máximo la presidencia española de la Unión Europea, desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre de 2023, plataforma de visibilidad internacional de gran envergadura. En Moncloa se escudan además en que "no es habitual" que presidentes en el ejercicio de la presidencia europea se vean inmersos en una campaña electoral en sus países de origen.

Sin embargo, el Gobierno no oculta tampoco que la presidencia rotatoria del Consejo Europeo es "un caramelo" al que no hay que renunciar como "previa de la campaña electoral", que podría impulsar al presidente Sánchez, tan dado a las esferas internacionales desde que accedió al poder en junio de 2019 tras la moción de censura contra Rajoy.

El Gobierno quiere aprovechar esta oportunidad que le brinda la coincidencia del calendario internacional, dado que el precedente más reciente de la presidencia española fue hace once años, en 2010, de la mano del también presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Un acontecimiento planetario, en palabras de su ministra Leire Pajín, que no tiene en cuenta, sin embargo, que a Zapatero no le vino precisamente bien. Asumió el mando europeo el 1 de enero de 2010, turno del primer semestre hasta julio, en mayo de 2010 fue forzado a aprobar el famoso tijeretazo de la economía española y, al año siguiente, tras anunciar su retirada, Rajoy ganó las elecciones en diciembre de 2011.

La coalición vende unidad

Unos planes que se perciben en las comparecencias públicas de los miembros del Ejecutivo de coalición. Este martes, tras el Consejo de Ministros, la ministra portavoz, María Jesús Montero, y la ministra de Trabajo y vicepresidenta cuarta, Yolanda Díaz, se mantuvieron en plena sintonía al defender que "el Gobierno de España va a hacer comandito, con dos formulaciones políticas diferentes, va a dar lo mejor de sí mismo, es decir, que estamos a la altura de las circunstancias. Y les anticipo que lo mejor está por venir. Lo mejor está por hacer en nuestro país", afirmó Díaz.

Previamente, Montero sonreía a su colega de gabinete al asegurar, referencia velada a Pablo Iglesias incluida, que "ahora estamos mucho más unidos que en el momento en que formamos este Gobierno, así que larga vida a este Gobierno porque creemos que es bueno para el interés general".

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