Que las intenciones de Oriol Junqueras no pasan por renunciar a repetir el golpe de otoño de 2017, tal y como pretende hacer creer el Gobierno de Pedro Sánchez, lo demuestra el último documento interceptado por agentes de la Guardia Civil al conocido como cerebro del 1-O y exsecretario de Organización de ERC, Xavier Vendrell. Aunque la información se ha conocido este jueves, adelantada por El Confidencial, fue el pasado mes de octubre cuando la Guardia Civil encontró en su teléfono móvil un documento Powerpoint en el que se describe, con todo lujo de detalles, los próximos pasos a seguir para volver a declarar la independencia en el Parlamento de Cataluña.
El texto, que forma parte del sumario del conocido caso Volhov, sobre el presunto desvío de fondos públicos para financiar el proceso rupturista, deja claro que el principal paso para repetir, esta vez con éxito, la proclamación de una república catalana debe ser el de volver a sentar a Pedro Sánchez en una mesa de negociación "para enfrentar Gobierno y Estado". Cita que ERC ya prepara con la Moncloa después de que a finales del mes de junio, Pedro Sánchez y Pere Aragonès celebren un encuentro previo para agendar esa mesa.
Una imagen que, en realidad, serviría de trampolín al separatismo para justificar un nuevo golpe ya que, convencidos de que no lograrán arrancar al Gobierno una consulta de independencia, podrán exhibir ante la comunidad internacional que se han agotado todas las vías de diálogo. En este sentido, los de Junqueras llaman en este plan de actuación, a poner el foco en la justicia europea para "acorralar judicialmente" al Estado. Los de Puigdemont ya han recurrido este jueves ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos la sentencia a Jordi Turull por el 1-O y no se descarta que los presos de ERC sigan el mismo camino.
El documento hallado en el teléfono del también considerado cabecilla del Tsunami Democrático se estructura en tres partes: una primera en la que se llama a estar activos para "confrontar con el Estado" en la calle; la segunda que incide en la acumulación de un mayor respaldo social, y la tercera que justificaría la consumación de un nuevo golpe ejerciendo "la desobediencia civil".
Tres fases
La primera de esas fases lleva por título "Prepararnos" y hace especial hincapié en reorganizarse de nuevo, como en octubre de 2019, cuando se hizo pública la sentencia del 1-O. No solo preparar la calle para los radicales, el texto también insta a superar las continuas crisis entre los actuales socios de gobierno en Cataluña y reforzar la unidad institucional después de que ERC, Junts y la CUP hayan sido capaces de ponerse de acuerdo para investir a Pere Aragonès como nuevo presidente. En las últimas horas, los de Puigdemont se han enfrentado a ERC por la carta de Junqueras que interpretan como un intento de tutela a Aragonès.
La segunda fase de esta estrategia secreta de ERC se llama "Votar" y subraya la necesidad de que el separatismo logre en unas elecciones planteadas como plebiscitarias, un porcentaje de apoyo superior al 50% que les refuerce en su estrategia de "embate al Estado". El propio Junqueras afirmaba en su carta de este lunes que "debemos ser conscientes de que nuestra respuesta (tras el 1-O) no fue entendida como plenamente legítima por una parte de la sociedad, también la catalana". ERC llama a "convencer a más catalanes" aunque tras blindar su mayoría el 14- F consideran que ya habrían logrado alcanzar esta fase.
La tercera de esas etapas, se denomina en el texto como "Ganar" y en ella es donde se apuesta por forzar al Gobierno de Pedro Sánchez a activar de nuevo la mesa de diálogo, congelada desde febrero de 2020. Es en ésta fase donde se deja claro que lo más urgente es la libertad de los presos, con los indultos ahora bendecidos por Junqueras y un referéndum de independencia. De no conseguir esto último, ERC abre la puerta a ejecutar la vía unilateral como en otoño de 2017 pidiendo prepararse para "momentos de máxima tensión" y buscar "debilitar al Estado con la contracción económica".
Advertencia, la de no renunciar "a ninguna vía" que ya verbalizó el pasado lunes la portavoz del partido de Junqueras, Marta Vilalta, cuando de la misiva del condenado por el Supremo se interpretó una renuncia a repetir el golpe para facilitar la vía de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez.