Música, fiesta, saltos, abrazos y alcohol, todo ello sin mascarillas ni la mínima distancia de seguridad cuando la quinta ola aparecía claramente en el horizonte. Los tres festivales musicales autorizados por la Generalidad de Cataluña a principios de verano resultaron ser auténticos "infectódromos" a pesar de las pruebas de antígenos a la entrada y de las recomendaciones sobre higiene de manos, mascarilla y distancia social. Se intuía por las imágenes y lo ha confirmado a regañadientes y ya entrado agosto el departamento de Salud de la administración autonómica catalana.
La secretaria de Salud Pública del gobierno catalán, Carme Cabezas, ha negado que los tres festivales, el Vida, Canet Rock y Cruïlla fuera "eventos hiperdiseminadores", aunque ha admitido que "tuvieron un efecto en la transmisión" de la quinta ola. En los tres festivales, a los que asistieron unas 50.000 personas, hubo como mínimo 2.279 contagios, un 76% más que los registrados en un grupo de control y un 58% más de los previstos.
En los quince días posteriores a la celebración de los festivales, 466 de los participantes en el Vida dieron positivo; 956 del Canet Rock y 857 del Cruïlla. Según Salud, los diagnósticos positivos previstos se cifraban en 1.437, pero hubo 842 más.
El Canet Rock y el Vida se celebraron entre el 30 de junio y el 4 de julio. En esas fechas, la incidencia acumulada a catorce días pasaba de los 689 casos por cien mil habitantes y la velocidad de transmisión estaba en 2,92 puntos (un positivo contagiaba a casi tres personas). El Cruïlla se celebró el 10 y el 11 de julio. La velocidad de transmisión había bajado a 1,37 puntos, pero la incidencia era de más de 1.000 casos por cien mil habitantes. A pesar de ello, no se canceló. Sin embargo, las discotecas estaban cerradas y los bares y restaurantes debían cerrar a las doce y media.
Pocos días después, el consejero de Salud, el médico Josep Maria Argimon (el mismo que antes de ser nombrado consejero criticó que se vacunara a policías nacionales y guardias civiles) reconoció que no le habían gustado las imágenes de gente sin mascarilla y sin distancia social que procedían de los festivales. Los datos del estudio sobre los contagios en los festivales se anunciaron para la semana pasada, pero la consejería de Salud ha retrasado su difusión.