Yolanda Díaz, líder provisional de Unidas Podemos por expreso deseo de su predecesor Pablo Iglesias, todavía no ha manifestado su intención de formalizar su cargo, aunque sí ha dado ciertas pistas sobre cómo plantea el futuro de la coalición morada. El objetivo final sería la presidencia del Gobierno, aunque Díaz por el momento asegura que "no está pensando en ello".
Su primer paso en esta dirección ha sido anunciar un "proceso de escucha activa" para avanzar en los "retos que España tiene por delante". En una entrevista en TVE, la propia Díaz insistía en que no está pensando en un candidatura, sino que se trata de "levantar un proyecto de país para la próxima década". En cualquier caso esa gira sí será determinante para su futuro político: "Tras ese proceso de escucha activa, decidiré qué voy a hacer".
Teniendo en cuenta la decadencia de Unidas Podemos en las encuestas electorales (la mayoría pronostica una pérdida de entre 7 y 10 escaños), a nadie se le escapa que la verdadera intención de Díaz es convertirse en la figura referente de la izquierda, capaz de aunar nuevamente a todas esas escisiones políticas autonómicas que salieron corriendo del autoritarismo de Iglesias y de su posterior debacle electoral.
La sintonía de Díaz con Ada Colau es evidente. De hecho, la propia alcaldesa de Barcelona señalaba este lunes en El Periódico que "Yolanda Díaz es el mejor liderazgo que podríamos tener ahora". Hace unos días, se reunió también con Mónica Oltra, que está dispuesta a asumir el reto de "construir un proyecto colectivo", aunque en un futuro próximo.
Mucho más complicado será convencer a Teresa Rodríguez, para volver al redil, aunque ambas admiten que les gustaría abrir un diálogo, conocerse y charlar, según publica El Confidencial. Lo que sí parece del todo descartable sería una reconciliación con Íñigo Errejón, purgado de Podemos tras meses de discrepancias políticas.
El equipo de Yolanda Díaz niega tajantemente que se haya producido cualquier tipo de contacto con el equipo de Más País de cara a una posible confluencia. Ambas formaciones mantienen su pacto de no agresión, pero es difícil que Errejón acepte ahora una confluencia con los morados cuando en su día la rechazó de cara a las elecciones autonómicas madrileñas.
Los buenos resultados cosechados en aquellos comicios respaldarían la estrategia de Más País ante un Podemos que no levanta cabeza tras la huida de Iglesias, temeroso de que Errejón les coma la tostada a nivel nacional. La única diferencia que existe entre la propuesta que se lanzó en marzo y la de ahora es quién la ofrece. Falta por ver si Yolanda Díaz consigue lo que en su día se le negó a Iglesias.