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Lo que Vox se juega en Andalucía: catapulta hacia el gobierno nacional o declive

El partido se vuelca para ser determinante y lograr, por primera vez, influir de forma activa en la política.

El partido se vuelca para ser determinante y lograr, por primera vez, influir de forma activa en la política.
Santiago Abascal y Javier Ortega Smith conversan desde sus escaños en el en el Congreso | EFE

Vox ha entendido que las elecciones andaluzas se juegan más que nunca en clave nacional. Si Madrid fue una primera prueba de fuego, la batalla decisiva se librará en Andalucía. Del equilibrio de fuerzas resultante no sólo podría depender el futuro gobierno nacional sino el futuro del centro derecha español.

Andalucía cobra un especial simbolismo para la formación por ser la comunidad que les abrió las puertas de las instituciones. El próximo 2 de diciembre se cumplirán tres años desde las elecciones autonómicas en las que Vox logró, contra todo pronóstico, irrumpir en el Parlamento andaluz con 12 escaños lo que permitió, por primera vez en 40 años, que la derecha gobernara esta comunidad.

El éxito fue todo un revulsivo para la formación a nivel nacional. Apenas cuatro meses después entraban en el Congreso de los Diputados con 24 escaños, un mes más tarde sumarían 530 concejales y medio centenar más de diputados autonómicos; y transcurrido un año desde las andaluzas se coronarían con los 52 diputados que tienen ahora en el Parlamento nacional.

Las elecciones andaluzas no sólo serán el regreso a la tierra que les vio nacer sino el escenario en el que se jugarán su propia supervivencia a nivel nacional y su futuro como posible partido de gobierno. De ahí que la dirección nacional vuelque desde hace meses gran parte de sus esfuerzos en esta comunidad. "Para nosotros son unas elecciones importantísimas", admiten desde la dirección de Vox a Libertad Digital.

"El Gobierno será con Vox o no será"

A nivel interno, el resultado de Andalucía permitirá al partido concluir si las elecciones de Madrid, donde Vox apenas creció en porcentaje de votos, son una tendencia a la baja o la excepción a la curva ascendente que venían experimentado, con sorpasso al PP incluido en Cataluña, a causa del huracán Ayuso, según admiten fuentes del partido.

En el plano nacional, la fuerza que adquieran para poder entrar en el gobierno andaluz marcará un antes y un después en la relación con el PP de Pablo Casado de cara a las elecciones generales y la posibilidad de que puedan gobernar juntos, tras la ruptura que supuso la moción de censura contra Pedro Sánchez.

Vox pretende enviar el mensaje de que no volverá a ceder sus votos a cambio de nada, es decir, sin entrar en gobiernos para influir realmente en la política. Meses después de los acuerdos de 2019 en Andalucía, Madrid y Murcia, la formación concluyó que "los papelitos no sirven para nada", según declara un miembro de la dirección a este periódico, en referencia a los acuerdos de investidura firmados con los gobiernos de PP y Cs.

En Madrid no forzaron su entrada en el gobierno porque el PP sumaba más votos que toda la izquierda junta y apenas es necesaria la abstención de Vox para que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso pueda sacar adelante sus propuestas. Otra variante a tener en cuenta fue que la legislatura apenas durará dos años, por lo que influir desde la oposición de una forma más limitada permite guardar las distancias con el PP ante la cercanía de los nuevos comicios.

Pero en Andalucía la situación es completamente distinta. Si Juanma Moreno necesita el apoyo efectivo de Vox para ser presidente o gobernar, deberá hacerlo contando con ellos para el reparto de consejerías. "El próximo gobierno de Andalucía será con Vox o no será" dejó claro Macarena Olona en una de sus visitas a esta comunidad.

La maquinaria electoral, a punto

Con estas piezas sobre la mesa, la ruptura formal con el PP andaluz llegó en el ecuador de la legislatura y puso en marcha la maquinaria electoral ante la posibilidad de que el presidente Juanma Moreno pudiera convocar elecciones anticipadas en cualquier momento. Una posibilidad que cada vez parece más real y que fuentes del partido no descartan que ocurra para el próximo mes de marzo.

La cúpula nacional y destacados diputados lleven semanas recorriendo todas las provincias andaluzas. Iván Espinosa de los Monteros, Macarena Olona (que suena cada vez más fuerte como posible candidata), Jorge Buxadé, Javier Ortega Smith, Patricia Rueda, Rocío de Meer o Rubén Manso son sólo algunos de los nombres que en los últimos días han viajado a tierras andaluzas para dejarse ver dando mítines, paseos o manteniendo allí encuentros para transmitir su mensaje.

La estrategia, a examen

El partido pondrá a prueba más que nunca en Andalucía la estrategia emprendida hace dos años en Vistalegre Plus Ultra, cuando dieron un giro conservador a sus políticas, abandonaron el liberalismo y adoptaron como referentes a líderes como Viktor Orban, Donald Trump, Jair Bolsonaro o Marine Le Pen.

La inmigración ilegal, el mundo rural o la tauromaquia son temas clave para Vox que adquieren una especial relevancia en Andalucía. La acogida que tenga su discurso en esta comunidad determinará hasta qué punto han acertado en la apuesta. Aunque ha habido elecciones en Cataluña y en Madrid, es realmente en Andalucía la comunidad en la que más afectan estos problemas y donde esperan que su mensaje cale y les permita seguir creciendo, no a costa del PP, sino a costa de la izquierda.

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