Anna Gabriel, una de las dirigentes más sectarias de la CUP y que huyó de España tras ser requerida judicialmente por un presunto delito de desobediencia (cargo que no implica ingreso en prisión), se ha convertido en la número uno de la división regional del sindicato Unia en Ginebra. Se trata de una organización que agrupa a trabajadores del sector servicios y cuenta con alrededor de trece mil afiliados. Gabriel fue designada por una amplia mayoría y será la primera mujer en dirigir la sección ginebrina de esta central, cargo que estaba vacante desde hace año y medio.
Gabriel huyó a Suiza en febrero de 2018. En sus primeras declaraciones alegó que había encontrado trabajo en un despacho de abogados laboralistas. Este verano pasado dio algo más de información sobre su vida en Suiza y desveló que colaboraba con un sindicato. Ahora es el diario Tribune de Genève quien da cuenta del salto de Gabriel en el mundo sindical suizo. Este medio presenta a la exdiputada de la CUP como una candidata de consenso que presume de ser alguien que "lleva el rojo en el fondo de su corazón". La exdirigente golpista catalana afirma en el diario suizo que se compromete a "tener los derechos de los trabajadores en el centro de su pensamiento". En suma, una declaración muy alejada de los arrebatos radicales de los que hacía gala en el parlamento catalán.
A diferencia de Gabriel, se desconocen los medios de vida de otra ilustre fugada separatista, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que también reside en Suiza. Otro prófugo, Carles Puigdemont, ha aprovechado el ascenso de Anna Gabriel para publicar el siguiente mensaje de Twitter: "Muchas felicidades a Anna Gabriel por su nueva responsabilidad, que nadie le ha regalado y que se ha ganado a pulso. La causa de los derechos de los trabajadores es internacional y en Cataluña hay una cultura de lucha que viene de lejos y que Anna Gabriel conoce bien".