Con la mayoría de encuestas dando por hecho que el PP podría gobernar a nivel nacional, si logra el apoyo de Vox, el partido de Pablo Casado afronta uno de los conflictos internos más sonados desde la salida de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria, con la salvedad de que ahora se produce en plena ola ascendente del partido y contra la persona que más ha propiciado ese auge: Isabel Díaz Ayuso.
En plena guerra interna para conocer quién presidirá finalmente el PP de Madrid, Pablo Casado cenó anoche con su grupo parlamentario en un encuentro celebrado en el conocido restaurante El Rincón de Esteban, cerca del Congreso de los Diputados, con la destacada ausencia del secretario general, Teodoro García Egea, que ha sido padre recientemente.
La cita tuvo lugar después de que concluyera la primera sesión del debate de las enmiendas a la totalidad contra los Presupuestos Generales del Estado. Casado se presentó al evento a última hora, pasada ya la medianoche, cuando algunos de los más de 80 diputados presentes ya se habían marchado, según ha podido confirmar Libertad Digital.
Uno de los temas de conversación inevitables entre los diputados del PP fue el choque que desde hace semanas tiene lugar entre la dirección nacional del partido y Ayuso. Cuestión ante la que algunos manifestaron su preocupación, habida cuenta de que hablar ahora de líos internos deja el campo libre a Vox en la labor de oposición y cuando podrían celebrarse elecciones anticipadas en Andalucía y Castilla y León, lo que apremia para intentar zanjar la crisis cuanto antes.
"Ayuso es nuestro mayor valor electoral", aseguran miembros del partido a este periódico, advirtiendo contra el suicidio en el que podría caer el PP si continúa minando a la que se ha convertido en uno de los principales símbolos de la derecha contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Unidad y buen rollo"
En público, el partido vende imagen de unidad y niega una crisis interna. "Es una cena de equipo y lo importante es la unidad, las ganas y el buen rollo del grupo parlamentario", ha intentado zanjar esta mañana la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, al ser preguntada en los pasillos del Congreso.
"No hay ningún conflicto, todos estamos remando juntos para que Pablo Casado sea presidente del Gobierno más pronto que tarde", ha dicho el vicesecretario de comunicación, Pablo Montesinos, ausente también en la cena de anoche. "No hay ningún problema", ha reiterado, asegurando que en la cita de anoche "cree que el ambiente fue muy bueno".
Montesinos ha aprovechado para volver a lanzar una advertencia: "La Junta Directiva Nacional marcó unos plazos y los marcó muy claramente. Ese congreso (el del PP de Madrid) se va a celebrar en el primer semestre del próximo año", ha dicho, apelando a la necesidad de que el partido esté "centrado en forzar la alternativa que España necesita". "No estamos en eso", ha respondido al ser preguntado por su candidato favorito para presidir el PP de Madrid.
Tensión contenida
La presidenta madrileña intentó esta semana rebajar tensión aceptando la imposición de Génova para que el Congreso regional, del que saldrá elegido el nuevo líder del partido en Madrid, se celebre según los tiempos acordados por la Junta Directiva Nacional en el primer semestre del próximo año, y no antes, como ella pretendía, después de su reciente victoria electoral en Madrid el pasado 4-M.
Con ese mismo ánimo, Ayuso celebró el jueves pasado una comida con el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, que podría ser su rival en unas primarias del partido si Génova no opta finalmente por la llamada tercera vía para dar su respaldo a otra persona que presida el PP de Madrid como cortafuegos al creciente poder de la presidenta madrileña.