Ciudadanos abre la puerta a sentarse a negociar con el Gobierno de Pedro Sánchez la Ley de Memoria Democrática, recurrida ante el Tribunal Constitucional por PP y Vox, después de que ERC, PDCat, Junts, la CUP, Bildu y BNG elevaran ayer el precio de su apoyo a esta norma exigiendo que se retire el título de Rey a Felipe VI.
El portavoz del partido naranja, Edmundo Bal, ha asegurado que para sentarse a hablar es "condición sine qua non" que el PSOE apoye su Ley de Memoria, Dignidad y Reparación de las víctimas del terrorismo que incluye la prohibición de todos los homenajes a etarras, precisamente cuando se han producido varios durante los últimos meses sin que haya habido consecuencias.
"Eso no significa que vayamos a dar nuestro apoyo a la Ley de Memoria Democrática porque hay muchas cosas de esta ley que no nos gustan nada", ha advertido Bal en una rueda de prensa desde el Congreso, sin especificar qué contenidos de la norma rechazan.
La llamada de Bolaños
El portavoz de Cs ha revelado que ayer a última hora del día recibió la llamada del secretario de Estado para la Memoria Democrática, Félix Bolaños, al que trasladó esa exigencia a cambio de negociar la nueva norma que sustituirá a la Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero aprobada en 2007. Fuentes de Cs confirman que el Gobierno busca su apoyo para intentar sacar adelante la ley.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, aseguraba también en rueda de prensa que "las negociaciones ahora están encalladas" y revelaba que "tienen la sospecha" de que el Gobierno busca ahora el apoyo de Cs, algo con lo que, advertía, "no van a tragar".
Rufián insistía en exigir que la nueva ley incluya declarar ilegal el franquismo porque "surgió de un golpe de Estado", olvidando que precisamente los principales líderes de su partido fueron condenados por el golpe de Estado del 1-0. "Nosotros estamos en un no bastante claro", advertía sobre su posible apoyo a la ley del Gobierno.